lunes, 2 de octubre de 2017

La corrección fraterna

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 Una bendición especial para ti. Iniciamos un nuevo día, iniciamos un nuevo mes, iniciamos una nueva jornada y lo hacemos con ganas, con ánimo, con toda la fuerza que puede haber en nuestro corazón. Estamos seguros que saldremos victoriosos, estamos seguros que disfrutaremos el día, estamos seguros que seremos capaces de sacarle todo el provecho a cada una de las experiencias que tengamos en esta jornada.
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 Hoy quisiera yo compartir con ustedes un tema que me fascina, un tema que me gusta, un tema que me cuestiona también. En el capítulo dieciocho del evangelio de Mateo (Mateo 18), se muestra el proceso de la corrección fraterna ¿te acuerdas? Él que tiene una comunidad, él que está construyendo la vida comunitaria, les recuerda que es necesario que los conflictos, las dificultades, los defectos, los errores, sean trabajados en comunidad, sean trabajados en comunidad. Y aquí ¿qué pasa? Aquí tenemos varias cosas, se da un método, un proceso, un itinerario de corrección fraterna.
Primero cuando tú te da cuenta que tu hermano se está equivocando, que tu hermano está fallando, tú vas y a solas, en privado hablas con él. Si tu hermano se convierte ¡Guau! Ganaste uno pero si prosigue, si es persistente en su error, en su equivocación entonces llamas a dos de la comunidad, dos testigos, los llamas y delante de ellos dos le vuelves a insistir en su error, le vuelves a insistir en lo que no está haciendo bien. Si él se corrige ¡bueno! Se tuvo éxito, si no se corrige entonces tu llamas a la comunidad y delante de la comunidad expones la situación. Si se corrige, fabuloso, la comunidad crece, si no, bueno, está fuera de la comunidad por su comportamiento.
Si te das cuenta es un proceso hermoso y en nuestras comunidades se usa; se que en los grupos de la parroquia se usa, se que en los ministerios se usa, se que en la propia familia se usa y yo quisiera dejar claro que ese proceso tiene que estar basado por lo menos en tres experiencias muy fuertes:
1° El otro me interesa, es decir, no ando corrigiendo a la gente “Ven acá que te voy a decir esto,…” No, no, no, no, no es así, es en la vida de comunidad porque corrijo al que me interesa, corrijo a aquel con el que estoy compartiendo la vida, aquel con el que estoy haciendo la vida, aquel que pertenece a mis procesos vitales.
Pero segundo, importante, para no olvidarlo, para tenerlo presente
2° Lo amo. Quiero que sea mejor, quiero que le vaya bien. No solo me interesa sino que estoy interesado en que triunfe, estoy interesado en que le vaya bien. La oración fraterna no nace del orgullo, no nace del egoísmo, no nace de la prepotencia; la corrección fraterna nace del interés genuino, auténtico que tengo por el otro y además de eso de mi aprecio y mi decisión y mi anhelo de que le vaya súper bien, de que pueda ser feliz, de que pueda realizarse.
Y…
3° Se hace siempre de la mejor manera, con las palabras adecuadas, con las actitudes adecuadas, con los gestos adecuados; de una manera que el otro no se sienta humillado, no se sienta maltratado.
A mí por ejemplo, yo le tengo miedo cuando en el Twitter dice “Con todo respeto.” Cuando alguien dice con todo respeto lo que viene, es una andanada de insultos, si así es, porque creemos que decir “Con Todo respeto” ya nos abre la puerta para maltratar al otro, para pisotear su imagen, para difamar su imagen, hasta para calumniarlo. Y lo hacemos en las redes sociales, Twitter, Facebook, Instagram. Y lo hacemos en la vida diaria y lo hacemos en la casa, y lo hacemos en el trabajo, y lo hacemos en los lugares que estamos. ¡Cuidado! La corrección fraterna, ese decirle al otro que se equivocó, ese decirle al otro que está fallando, ese decirle al otro que no está haciendo bien las cosas, ese decirle al otro que definitivamente tiene que cambiar porque va en mal camino
1.- Nace del interés genuino, del interés auténtico que tengo por esa persona, me interesa esa persona.
2.- Del amor que tengo por ella y quiero que le vaya bien, quiero que triunfe, quiero que sea feliz, quiero que alcance la dicha, quiero que pueda celebrar. Y…
 3.- Importante y valioso. Oye, definitivamente lo hago de la mejor manera, lo hago de una forma que lo haga crecer. Porque yo lo que consigo son unas críticas bien destructivas y unas críticas muy mal hechas porque son hechas en términos de insulto, son críticas que hacen sentir al otro poca cosa, que humillan al otro, que maltratan al otro, que acaba con la imagen del otro.
¡Hey! ¿Quién te dijo a ti que el otro tiene por que escuchar esa cantidad de barbaridades que tú dices? ¿Quién te dijo a ti que tu “No es que voy a hacer una corrección fraterna” de esa manera, con esas intenciones? El otro tiene derecho a decir “No, me vale” El otro tiene derecho a decir “No, no me importa” El otro tiene derecho a decir “Oye lo lamento pero eso no es lo que yo quiero, eso no es lo que yo estoy buscando”
Yo creo que las críticas que se hacen con interés, para el bien del otro y de buena manera son estupendas y nos ayudan a crecer. Y se hacen mirando a los ojos, no se dicen mentiras, no se le dice a Juancho para que la escuche Pedro. Cuidado con el chisme, cuidado con dañar la imagen del otro. ¿Ya fuiste, lo buscaste y lo miraste a los ojos y le dijiste lo que tú crees?
Mire, piense en las mamás y los hijos Mario, o los papás y los hijos ¿Cuántas veces los papás y los hijos corrigen a los hijos en la calle, gritao? No, llámelo aparte “Papi  mira te estás confundiendo en esto, te estás equivocando en esto? Porque es que él tiene autoestima, el tiene derecho a una buena imagen aunque sea un niño. Pero cuidado, nos hemos acostumbrado a maltratar al otro, a destruir al otro.
Yo insisto, en las redes sociales lo que más encontramos es eso. Yo particularmente muchas veces me veo, me han dicho de todo, me han dicho de todo. Claro, además a veces es gente de la cual que se dice educada, que se dice culta y que uno esperaría que dijeran cosas bien dichas. Yo estoy abierto a una crítica pero me la haces bien, me la haces bien. “No tu eres un cura poco inteligente, tu eres un cura bruto. ¡He bueno! Discúlpame me voy a reír, voy a sacar mi CI y te lo voy a mostrar ¿De acuerdo? Si, si. El otro día me dijeron tu parces un cura de vereda, tu pareces un cura de pantalla chica.” Eso no me ofende, ojalá pudiera ir yo a vivir en una vereda, ojalá pudiera acompañar a mi gente en una vereda. Quisiera trabajar en el Chocó, me fascina estar allá con mi gente y compartir con ellos. El trabajo que hago en pantalla chica sí, pero también he vivido épocas en las que no estoy en la pantalla chica y he sido feliz. ¡Bueno! ¡Qué más da! Yo estoy poniendo un ejemplo, tú tienes que vivir, ahora si tu quieres corregir al otro con interés genuino, sano; deseando que sea mejor, deseando que crezca y tres, importante, que lo hagas de la mejor manera, con palabras asertivas, con actitudes, con gestos, con tono que ayuden a la otra persona se sienta invitada a cambiar, se sienta invitada a ser mejor, se sienta invitada a encontrar nuevos caminos. Que no se vaya a sentir humillada, que no se vaya a sentir maltratada, que no se vaya a sentir despreciada por ti; porque cuando uno se siente así, uno tiene derecho a cubrirse, uno tiene derecho a protegerse, uno tiene derecho a decir no.
Cuidado con eso ¿verdad? Y quiero que lo revises y quiero que lo tenga presente y quiero que hoy en todas tus relaciones porque necesitamos hacer corrección fraterna en todas nuestras relaciones, en la pareja, con el esposo, con la esposa, con el hijo, con la hija, con el hermano, con la hermana hay que hacerlo, hay que hablarlo, hay que compartirlo, es así, definitivamente y seguro que se puede, y seguro que se consigue lo que uno está buscando que es que la otra persona sea mejor, lo que uno está buscando porque creo que la otra persona necesita cambiar y necesita variar. ¿De acuerdo?”
Pbro. Alberto Linero Gómez.  (Octubre  02 - 2017)
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Para ampliar esta reflexión los invito a ver el vídeo:


🎵Felizdía🎵 Dios es un Padre misericordioso y amoroso que siempre desea lo mejor para nosotros, nos ama, nos bendice y a través de otros y de su Palabra cuando la leemos y nos cuestionamos; asertivamente, con cariño y respeto nos sugiere hagamos cambios en nuestra maneras de ser y /o de actuar para que seamos personas de bien y vivamos felices.

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