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“Iniciamos
este día con mucho ánimo, iniciamos este día con alegría, iniciamos este día
con muchas fuerzas porque Dios está con nosotros, porque Dios nos impulsa y
porque Dios nos dice “Ánimo, tu puedes”, porque Dios nos invita a dar lo mejor,
porque Dios nos acompaña y porque estamos seguros que si Él está con nosotros,
saldremos adelante, porque si estamos seguros de Él vamos a vencer dificultades
y vamos a resolver problemas; no tengas miedo, Dios está contigo. No te
desanimes, Dios está contigo; eso sí, haz las cosas bien, se inteligente, se
mesurado, toma buenas decisiones y déjate guiar por Él y verás que todo sale
como tiene que salir. Dios no te abandona, Dios no te deja, eso lo tienes que
tener claro, Él constantemente te está bendiciendo, Él constantemente te está
impulsando a que tú hagas lo mejor.
Y quiero
poner un tema que me está rondando la cabeza desde el viernes, el viernes
pasado nosotros leíamos el capítulo diecinueve de Mateo, leíamos el capítulo diecinueve
y allí yo creo que hay dos temas para desarrollar hoy, desarrollarlos con
tranquilidad, con serenidad y seguir adelante.
El primer
tiene que ver con el matrimonio, el sacramento del matrimonio; es el capítulo diecinueve,
versículo tres al versículo doce (Mateo 19,3-12) Yo les decía en esa
oportunidad, que está claro que hay una dinámica sacramental en la unión del
hombre y la mujer que bendice la iglesia, es un sacramento Creo que ese texto
nos permite entender esa unión como un sacramento, una unión que se da siempre
en el amor, porque creemos que el amor del hombre y la mujer hace presente el
amor de Dios. Eso es un sacramento y decíamos que el ideal es que sea para toda
la vida, que el ideal es que sea para siempre y decimos que cuando tenemos ese
ideal entonces nuestras actitudes y nuestras acciones están orientadas a
cumplir ese ideal. Que importante eso, lo que decimos es, claro, si el ideal es vivir amándonos y vivir felices
como esposos para toda la vida, entonces nuestras actitudes y nuestras acciones
están en función de ese ideal.
Creo que eso necesitamos pensarlo y
necesitamos entenderlo porque lo que me encuentro a diario es todo lo contrario,
gente que tiene como ideal amarse para siempre, pero sus actitudes y sus
acciones niegan la posibilidad de realizar ese ideal, es decir, dicen que van
para Barranquilla pero cogen como quien va para Cali. Se tienen que perder, no
llegan. ¿Y cuál es el camino? El camino está expresado con los verbos, con las
formas verbales del relato; dejará, se unirá y llegará a ser. He hablado varias
veces de ese tema aquí con ustedes porque creo que es la dinámica sacramental
de los esposos, y creo que tienen que vivir una experiencia de unidad, una experiencia
de fe en esos tres verbos.
1°Dejará,
no hay unión sin dejar, sin renuncias. Claro, muchas parejas fracasan, muchas
parejas tienen dificultades en sus relaciones, porque no quieren renunciar y
hay que renunciar a algunas cosas, siempre. ¡Ah que estas renuncias son
fáciles! ¡Ah que aquellas son más complejas! No sé, pero siempre hay que
renunciar, ¡Ah pero que yo tengo que renunciar a poco! No sé, pero siempre hay
que renunciar. Decidir vivir con otro, decidir construir con otro un proyecto común,
un proyecto de vida, exige algunas renuncias; no podemos negarlo, exige algunas
renuncias y esto hay que tenerlo así de claro. ¿Cuáles? Por ejemplo, ya no
puedes vivir la vida de manera egoísta, esas aptitudes egotistas que tú tenías
ya no las puedes tener, ya tienes que pensar el mundo también en función de
aquel o de aquella que te acompaña en tu proyecto de vida.
2° Unirse.
Y para mí el unirse supone conocerse, aceptarse y amarse que es siempre una
dinámica, que s siempre una acción, que es siempre un siéndose; nos vamos
conociendo cada vez más, nos vamos aceptando cada vez más y nos vamos amando
cada vez más; no puede ser de otra manera, no puede ser de otra manera, porque
si no te conozco, si no te acepto, no puedo amarte y no puedo amarte si no me
esfuerzo en los procesos cotidianos, en los procesos diarios.
3° Llegar
a ser. Tener un proyecto común, un proyecto que construyen entre los dos, un
proyecto por el que luchan ambos, un proyecto en el que ambos ponen. Si, aquí
los dos ponen es como cuando uno jugaba… Todos ponen, aquí la pareja pone, esto
no es un trabajo sólo de ella o de él, es de los dos, es de los dos y es fundamental, y es
fundamental entenderlo esto, un proyecto
un sueño ¿Qué quieren llegar a ser? ¿Qué quieren llegar a vivir? Y los dos
tienen que luchar por eso.
Las
relaciona veces se acaban porque definitivamente, oye hay algunos quieren vivir
colgados de los otros, o hay otros que se echan a las espaldas; no esto tiene
que ser un 50-50, un 100-100, los dos damos todo y los dos construimos todo para
construir ese proyecto y llegar a ese ideal que queremos.
Ahora, se
que algunos ya han pasado por experiencias de separación, no se pueden sentir
rechazados, no se pueden sentir abandonados de Dios, porque Dios no rechaza, ni
abandona a nadie, al contrario tienen que sentirse invitados a organizar su
vida sacramental, a organizar su vida con coherencia sacramental. Amoris
Laetitia nos lo ha enseñado, el Papa Francisco ha insistido en eso, y le ha
pedido a los obispos y nos ha pedido a nosotros los sacerdotes tener todo una
pastoral de la misericordia con eso, que ningún separado vuelto a juntar se
sienta rechazado porque eso no es el plan, eso no es lo que quiere Dios, Dios
no rechaza a nadie. Hay cosas que ya no se pueden cambiar y tu y yo tras del
ideal, cercenarle la vida a los demás; apoyémosle, ayudémosle a encontrar
caminos que en el derecho canónigo siempre los hay, porque el derecho canónigo
está al servicio de la salvación, no olviden eso.
Pero ese
evangelio de Mateo capitulo diecinueve, versículo tres al versículo doce
terminaba con la experiencia de los eunucos que es lo que Vaticano II usa para explicar
el celibato, que yo creo que es un don especial. Yo soy de los que creo que en
algún momento tiene que ser una experiencia opcional porque creo que
teológicamente hay diferencias entre la vocación el don vocacional y el don del
celibato, creo que son experiencias distintas; conozco gente que tiene el don
de la vocación y no creo que tenga el don del celibato; y conozco gente que
tenga el don del celibato y no tiene la vocación. Entonces yo creo que eso
algún día va a cambiar, estoy convencido de eso, creo que teológicamente se
puede hacer, pero lo importante es mostrar aquí que el celibato tiene un
sentido y lo explica el evangelista, Mateo, a través de una experiencia de su
época, de la cultura; dice “Hay eunucos que nacieron así del vientre de su
madre” Es decir hay personas imposibilitadas para casarse por su condición.
Dos, dice: “Hay eunucos que fueron hecho eunucos por los hombres” y se refiere fundamentalmente a los que
cuidaban los harenes de los reyes que para evitar cualquier situación los
castraban. Pero tres, dice: “Hay eunucos que se hacen eunucos por el reino de
los cielos” y a mí me gusta agregarle ahí por amor al Reino de los cielos, ah y
yo creo que está ahí el don del celibato y yo creo que tiene un sentido la vida
celibataria.
Insisto creo que en algún momento en nuestra
iglesia que es sabia y desde el magisterio creo que se puede, en algún momento esas
dos cosas se van a separar, pero también entiendo que siempre va a haber
hombres y mujeres célibes, es decir hombres y mujeres que hayan dedicado su
vida completa su vida total a Dios.
En estos
días tuve la experiencia de una hermana salesiana, la hermana Sor Cristina o
sor Cristi Vargas; la aprecio mucho, la quiero mucho, la vi desde niñita, hija del
Mono y de Momi y ya acaba de hacer los votos perpetuos con una disposición a
Dios, con una entrega a Dios, con un regalo a Dios que me parece genial, de
hecho se va a la misión concretamente y eso me emocionaba, esas personas, esos
dones siguen existiendo por la Gloria de Dios, para la Gloria de Dios.
Pbro.
Alberto Linero Gómez. (Agosto 22- 2017)
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Para
ampliar esta reflexión los invito a ver el vídeo:
🎵Feliz☀día🎵 El Señor nos ama, nos bendice y su Palabra es
portadora de mensajes llenos de bendición para todos aquellos que abren el
corazón y desean seguir su vida, vivir como el Señor vivió y como Él desea vivamos ☺
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