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Una
bendición especial para ti. Gracias por estar en sintonía, gracias por
compartir con nosotros, gracias por abrir el corazón y dejar que el Dueño de la
vida te bendiga. Gracias por iniciar con fuerza, con ánimo esta nueva jornada;
confía y cree en el poder de Dios, Dios no te deja, Dios no te abandona, Dios
te ama y te hace feliz.
Hoy
quisiera conversar con ustedes en torno a una canción de Kiki Troya. Kiki Troya
es un músico argentino que vive en Guadalajara que le canta al Dueño de la
vida. Uno de los buenos músicos católicos, Kiki Troya. Y tiene una canción que
a mí me encanta, muchas de sus canciones me gustan, pero tiene una que es muy
especial y que en algún momento generó alguna controversia “Habrá valido la
pena.” He estado conversando de estos temas en las conferencias, en las
predicaciones; aquí mismo ya había hecho algún comentario al respecto, porque
realmente me golpea mucho la tesis de su canción, y me golpea para bien, me
gusta la tesis de su canción.
Dice Kiki
Troya allí que, él se hace una pregunta ¿Habrá valido la pena? Y se hace esa
pregunta en el escenario que para él es el peor de todos al morir. Él me dice
el peor escenario al morir para mí, dice él sería, morir y que no haya nada,
morir y que no haya nada; es decir. Entonces
¿habrá valido la pena? Porque él
dice, si muero y me mandan al infierno, dice él: “Bueno, me lo gané” y ni modo,
después de tanto esfuerzo, después de tanta lucha ¿qué tal que no haya nada? y
eso es una posibilidad. Los que tenemos fe creemos que está el Dueño de la vida
detrás, los que tenemos fe creemos seguros que detrás de todo esto hay un
encuentro personal con Él, los que tenemos fe creemos que al morir estamos de cara
a Dios, pero es una apuesta, es un como si, no tenemos certificaciones, hay muchos
testimonios, pero todos testimonios muy personales. Es decir, no hay ninguna
prueba científica total que nos permita a nosotros estar absolutamente seguros.
Y el día Mario que estemos absolutamente seguros, ya no es fe, ya es conocimiento,
¿verdad? Siempre hay una posibilidad de que no, creo que, pero, es posible de
que no.
Y entonces
él se pregunta qué tal que yo llego allá y no hay nada y entonces me pregunto ¿habrá
valido la pena? Y la respuesta que se da es extraordinaria, dice: “Aunque eso sucediera
habrá valido la pena porque gracias a mi fe fui un hombre feliz, fui un buen
padre, fui un buen hijo y pude realizar mi proyecto de la mejor manera.” Y a mí
me parece genial entender la fe así, me parece motivante entender la fe así. La
fe como una realidad que aquí, en mi actuar diario, que aquí en mis relaciones
diarias, me llenan de sentido y que llenándome de sentido en lo que hago aquí,
me catapulta a la trascendencia. No se para ti, pero para mí es motivante. Si tu
fe no te hace ser mejor ser humano hoy ¿para qué sirve? Si tu fe no te hace ser
más feliz hoy ¿para qué sirve? Si tu fe no te hace vivir de acuerdo a los
valores que generan felicidad, de acuerdo a los valores que generan una buena
convivencia, un buen desarrollo ¿de qué te vale? ¿de qué te vale?
Yo creo
que vale la pena que tú lo pienses así, porque creo que esta canción de Kiki
Troya “Habrá valido la pena” como una pregunta, nos motiva a buscar que nuestra
fe, sea una fe real, una fe verdadera; no una fe para mañana, una fe para hoy.
A mí me da
miedo que la gente diga: “Suframos y lloremos aquí, que mañana en el cielo
seremos felices.” Cuidado, cuidado. A mí me parecería mejor decir: “Tratemos de
ser felices aquí, que mañana en el cielo seremos más felices.” Pero Mario si no
hay ese más, por lo menos ya fuiste feliz. Es decir, tú no puedes cumplir los mandamientos
simplemente por una orden de Dios, tú tienes que cumplir los mandamientos para
ser feliz, tú tienes que cumplir los mandamientos para vivir a plenitud;
cumplir los mandamientos sobre todo el mandamiento del amor, me tiene que
llevarme a ser feliz en mi hoy, en mis relaciones diarias, en mi convivir
diario. Eso es fundamental y ojalá lo podamos entender y ojalá lo podamos vivir
así.
Quisiera
yo que ustedes que están conmigo se cuestionaran en torno a su fe, se
preguntaran en torno a su fe ¿Cómo están viviendo ustedes su fe hoy? ¿Es una
obligación? ¿Es una imposición? ¿Es algo que nos hace sufrir? ¿Es algo que nos
hace llorar? O definitivamente es una bendición en su presente, en su vida
personal, en su vida familiar, en su vida con los demás ¿Cómo es? Vale la pena
que ustedes lo trabajen, vale la pena que ustedes lo revisen para salir
adelante. Amén. Ese es mi primer tema hoy.
El segundo
tema tiene que ver con el oracional “El Man está vivo” Espero que tengan el
oracional y espero que de verdad lo adquieran ¿verdad? Con lo que se produce en
el oracional “El Man está vivo” se sostienen muchas obras de evangelización, no
es para mí. Mario, no es para mí, no tengo nada que ver, lo único que hago es
escribirlo ¿verdad? lo único que hago es trasnocharme, pero nada, con eso se
ayuda a muchas obras, las emisoras, los retiros; muchas cosas se hacen con lo
que se obtiene de la adquisición, cuando usted adquiere ese oracional. Ojalá no
lo Whasapee, ojalá no lo fotocopie, ojalá no lo regale así; hombre no nos haga
ese daño que vamos a tener que cerrar algunas obras por la escases.
En el
oracional de hoy se habla de Mateo, capítulo cinco, versículo trece al
versículo quince (Mt 5,13-15) Dice: “Ustedes son la sal de la tierra.” “Ustedes
son la sal de la tierra.” Ojo, Jesús no
dice que serán, dice: “Ustedes son” habla en presente y esto nos debe motivar a
comprender que Jesús nos cree capaces de seguir el proyecto del reino. Que
importante esto. Muchas veces nosotros creemos que se trata de algo futuro, “Ustedes
serán la sal de a tierra” no, “ustedes son la sal de la tierra” lo cual
significa que Él cree que nosotros somos capaces de dar testimonio del proyecto
del reino, que nosotros somos capaces de vivir a la manera del reino Y yo creo
que allí hay una acción de fe de Jesús por nosotros, que vale la pena subrayar y
que vale la pena tener presente.
Oiga
cuidado, muchas veces nosotros nos olvidamos del Señor Jesús y nos olvidamos
que Él cree en nosotros. Seguro hay gente que no cree en nosotros, seguro hay
gente que nos ataca a diario; dígamelo a mí que en el Twitter recibo cualquier
cantidad de locuras. Sí, hay gente que no nos quiere y hay gente que no confía
en nosotros y es así la vida, es así la vida. A mí cuando alguien me dice esas
cosas y siempre le digo: “Hey, ni modo, tu no crees, ¿yo qué puedo hacer? Pero
el Señor Jesús si cree en nosotros y esto
es fundamental que tu hoy inicies el camino, que tu hoy inicies la jornada con
la certeza de que Jesús te cree capaz, con la certeza de que Jesús cree que tú
puedes salir adelante, con la certeza de que Jesús cree que tu puedes vencer
las dificultades y vencer los problemas que tienes.
Ojalá, tú
que estas con nosotros, ojalá tu que vives un momento especial con nosotros en
la oración y en la reflexión hoy digas “Jesús cree en mi, Jesús confía en mí,
Él cree que soy capaz de vivir el proyecto del reino.” Por eso Él te dice: “Tu
eres la sal de la tierra.” No te dice mañana, pasado, no, “Tu eres.” Él confía en
ti, el cree en ti y el eso es fundamental para ser feliz, saber que aunque
mucha gente no cree en uno, que aunque mucha gente lo desprecia a uno, Él cree
y confía en uno, Él cree y confía en nosotros.
Bendito
sea Dios, alabado y glorificado sea Dios.
Pbro.
Alberto Linero Gómez. (Agosto 04- 2017)
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Para
ampliar esta reflexión los invito a ver ambos vídeos, el del programa y el de Kiki Troya cantando su canción:
🎵Feliz☀día🎵 El Padre Dios quien nos ama y bendice a diario,
desea vivamos su proyecto de vida para ser felices, para vivir en plenitud y en
su Palabra santa y bendita nos ilumina y estimula a ello. Hagamos el esfuerzo
de ser cada día mejor.☺
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