jueves, 17 de agosto de 2017

¿Qué hacer frente a la inseguridad?

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 Una bendición especial para ti, que el Dios de la vida, que el Dios del amor, que el Dios que nos ha revelado como el Padre Jesús de Nazaret, te bendiga a ti, te haga sentir todo su amor, toda su paz, toda su fuerza para que sigas adelante.
Gracias por estar ahí, gracias por acompañarnos todos los días en esta experiencia de abrir el corazón y de recibir la fuerza de Dios, de abrir el corazón y de recibir el impulso de Dios para hacer lo que nos conviene, para hacer lo correcto, para hacer lo que Dios quiere.
Te bendigo, te bendigo y le pido a Dios que te de fuerza para enfrentar esas adversidades que tienes, no te vayas a rendir, no vayas a decir que no puedes; tal vez aprendes, revisas y cambias de dirección, pero no te rindas. Tal vez entiendes que hay algunas experiencias que debes soltar pero no te rindas. Tal vez comprendes que hay algunas relaciones que no pueden ir más, pero no te rindas; sigues luchando porque Dios está contigo, porque Dios te bendice, porque Dios te llena de su amor, porque Dios te llena de su paz. ¡Ánimo! Ánimo y fuerza que el Dios de la vida quiere lo mejor para ti, que el Dios de la vida te impulsa y que el Dios de la vida te llena de alegría y de gozo.

Quisiera invitarlos a reflexionar en el daño que les causa a ustedes .a las personas inseguras y que causan en sus relaciones las personas inseguras. Una persona insegura sólo piensa en sí misma, sólo piensa en sus posibilidades, en sus oportunidades; no ve a los demás, no piensa en los demás, cree que los demás no tienen nada que hacer. Una relación de pareja con una persona insegura es muy difícil, porque esa persona como está falta de aprobación, como está falta de elogios, va a pensar solamente en sí misma y muy probablemente termina marginando a su pareja. Una persona insegura sufre demasiado por la opinión que los demás tienen de sí misma, claro, ¿qué piensan los demás de mi? ¿qué dicen los demás de mí? Y vive atento a lo que digan o no digan de ella; eso les hace sufrir, les hace padecer, les hace llorar.
Una persona insegura normalmente exige más de lo que da, como cree que no puede dar nada porque se siente inferior, entonces buscará exigir, exigir y exigir; y claro termina realmente apretando, ahogando, asfixiando a los demás porque exige, exige y exige, pero no da nada.
Una persona insegura se siente amenazada por los triunfos de los otros. Los otros alcanzan logros, los otros obtienen la realización de un objetivo y se sienten amenazados, creen que si ellos ganan, ellos están perdiendo, o creen que la ganancia, el triunfo de esas personas, es realmente un señalamiento de su debilidad, de su fragilidad. Son personas injustas porque no le dan a cada uno lo que les corresponde sino al contrario, solo piensan en sí mismo y a los demás les dan poco porque creen que si les dan lo que corresponde, esas personas van a seguir siendo superiores.

¿Qué hacer frente a la inseguridad? 
Yo desde la Palabra, desde la experiencia espiritual creo que hay tres actitudes para tener presente:

1° Es aceptar la vida, es aceptar lo que soy. Yo creo que hay que hacer actos de aceptación. Yo creo que hay que vivir constantemente diciéndole al Señor: “Señor gracias porque definitivamente yo soy lo que soy. Gracias porque yo tengo estas cualidades, porque yo tengo estas capacidades. Gracias por papá, gracias por mamá.” Vivir en una continua acción de gracias para evitar ese sentimiento de que me falta algo, ese sentimiento de lo tengo todo, ese sentimiento de soy menos que los demás.

2° Yo creo que es muy importante rodearse de gente que lo ame a uno verdaderamente y que se lo exprese con tranquilidad; que se lo exprese sin frases de cajón, sin frases raras, mirándote a los ojos y diciéndote: “Oye, tú eres una persona capaz, me gusta cuando haces esto, me gusta cuando haces aquello.”
Ojala esos elogios sean bien recibidos por ti. Personas que tengan actos de servicio contigo, personas que te hagan sentir que tú eres valiosa, que tú eres valioso; es muy importante.

Fortalecer la experiencia de oración. No se puede vivir como creyente, no se puede vivir como un buen cristiano si uno no tiene una buena experiencia de oración y en la experiencia de oración evitar esas largas experiencias de culpa, esas largas experiencias de no soy nada, esas largas experiencias de merezco lo peor, no; yo creo que esa dimensión de la espiritualidad no es la que le conviene a una persona insegura, por eso creo que ahí no se tiene que estar haciendo el énfasis, yo creo que el énfasis se tiene que estar haciendo en la gracia de Dios, en el amor de Dios, en el regalo que Dios nos hace, en la bendición que Dios nos da constantemente. No vivas una oración dándote golpes “No, no sirvo, no sirvo, no sirvo” No, porque eso lo único que hace es apalangar tu inseguridad, lo que tienes es que darle gracias a Dios y que tu oración sea una oración de alabanza, y que tu oración sea una oración de agradecimiento, y que tu oración sea una oración de reconocer todo lo que Dios ha hecho en ti, cómo Dios se ha comportado de bien en tu vida, cómo Dios ha hecho maravillas en tu vida y cómo tú tienes que estar agradecido.

Insisto en esas tres actitudes:
1° Actos de aceptación. Eres lo que eres y tienes que darle gracias al Señor por eso. Si los demás te aman sigue siendo lo que eres, si no te aman sigue siendo lo que eres. Yo creo que lo importante es un acto de aceptación firme, fuerte, claro.
2° Rodearse de gente que lo ame a uno en libertad, que lo ame a uno en sencillez, que le muestre a uno cuán importante, cuán valioso es uno para ellos y que se lo puedan decir sin ningún  ¡Tu sabes! Sin ningún ambiente estrafalario, no; con tranquilidad y con serenidad. Eso es importante y yo creo que tú lo puedes hacer y yo creo que tú lo puedes vivir.
3° Una buena experiencia de oración marcada con toda seguridad por la alabanza, por la acción de gracias, por el reconocimiento de todo lo que Dios te ha dado, por todo lo que Dios te ha mostrado, de todo lo que Dios ha querido para ti.
Es importante que eso lo tengas presente y que quieras salir adelante con eso. Bendito sea Dios, alabado y glorificado sea Dios que no nos deja, no nos abandona y al contrario, nos impulsa a seguir adelante. Insisto en eso porque es fundamental  para ser felices y para disfrutar la vida.
Pbro. Alberto Linero Gómez.  (Agosto 17- 2017)
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Para ampliar esta reflexión los invito a ver el vídeo:
🎵Felizdía🎵 Dios Padre nos ama, bendice todos los días y a través de otros y de su Palabra, nos da herramientas para ser felices y vivir agradecidos por todo lo que Él nos ha dado. ☺

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