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Una
bendición especial para cada uno de ustedes, que el Dios de la vida los llene
de su amor y que el Dios de la vida los llene de su paz.
Aquí
estamos como todos los días, confiando y creyendo en el poder de Dios,
confiando y creyendo en la misericordia de Dios. Estamos seguros que Él nos bendice
y estamos seguros en este momento Él abre su mano diestra, su mano poderosa y
derrama sobre nosotros todas esas bendiciones que necesitamos para seguir
adelante.
Confiamos y creemos en Él, esperamos en Él; estamos
seguros que Él no nos deja, que Él no nos abandona y que Él nos impulsa a ser
cada día mejores seres humanos.
¿Qué no
hacer cuando trabajamos, cuando vivimos con personas que no nos caen bien?
Sobre todo en el trabajo porque infortunadamente, insisto, no somos nosotros
los que reclutamos a las personas para el trabajo, no somos los que hacemos la
escogencia y es muy difícil, y es muy complejo. Y a veces nos toca trabajar con
personas que definitivamente no son buenas para nosotros. ¿Qué hacemos? ¿Qué
hacemos? Yo le voy a decir por lo pronto ¿Qué no hacer?
1° Mucha gente
se esconde de esas personas, es decir, aplica aquel método de resolución de conflictos
que llamamos evitación, se esconden. Trata de no estar cerca, trata de no
verla, trata de no tropezarse. ¿Cuál es el problema? Que ahí el problema no se
soluciona sino al contrario se mantiene ahí latente. Yo siempre he creído que
esa es una solución temporal, pero no puede ser una solución definitiva, porque
quieras o no te vas a volver a encontrar con esa persona, quieras o no vas a
tener que tropezar con esa persona y ¿Qué vas a hacer entonces? ¿Qué vas a
hacer entonces? ¿Vivir siempre así?
Seguro eso termina afectando la productividad del equipo, sigue
afectando la familia, sigue afectando las cosas; entonces no está bien que tu
único método sea evitar a esa persona, correr para no tener dificultades con
esa persona.
2° Segunda
actitud que no debes tener y es entorpecer el trabajo de esa persona. Entonces
hay algunos que lo que hacen es meterle zancadilla a la otra persona, buscar
que a la otra persona le vaya mal, buscar que la otra persona se equivoque,
buscar que la otra persona falle. ¿Y qué? ¿Quién termine perdiendo? El equipo.
¿Quién termina perdiendo? La organización. ¿Quién termina perdiendo? La
familia. Porque si son un cuerpo viviente como debe ser todo equipo, como debe
ser toda empresa, como debe ser toda organización; al fallar esa persona, van a
fallar todos, al sufrir esa persona de alguna manera van a estar sufriendo
todos; eso hay que evitarlo.
3° Tercera
cosa que no se debe hacer, dañar a esa persona. Algunos ya no buscan entorpecer
sino que agreden a esa persona verbalmente, físicamente y eso ya no es lo que
nadie podría aceptar y tolerar, eso ya no es lo que nadie podría aceptar y
tolerar. Yo realmente ante eso quedo muy preocupado, ante eso quedo muy
preocupado y quisiera que ustedes que están conmigo compartiendo, ustedes que
están conmigo conversando, nunca actúen de esa manera, ni generando una actitud
de esconderse de las persona, ni buscando la manera de entorpecer el trabajo de
la otra persona y mucho menos hacerle daño a la otra persona.
¿Qué hay que
hacer entonces?
1°
Resolver el problema. Y los problemas se resuelven si es una antipatía
aceptando que hay esa antipatía y descubriendo ¿Por qué?
2° Haciendo
compromisos con esa persona. No nos gustamos, no nos caemos bien pero estamos
trabajando juntos y tenemos que salir adelante.
3°
Servirle a esa persona. ¿Por qué? No sólo porque a la empresa le va bien, no
sólo porque a la organización le va bien si tú le sirves, no sólo por eso, sino
también porque tu como creyente, tú como cristiano, tienes que ser un verdadero
servidor. Si no eres un verdadero servidor, no tiene ningún sentido.
Entonces
yo quisiera que hoy, tú que estas ahí, tengas tres actitudes que no debes
aplicar:
1° Ni
evitar encontrarte con la persona.
2° Ni entorpecer
su trabajo.
3° Ni
mucho menos dañarla.
Y tres
cosas que si debes hacer y que si debes tener presente para salir adelante:
1 °
Importante. Resolver el problema. ¿Qué es lo que está pasando? ¿Qué es lo que
está sucediendo?
2° Hacer
compromisos. Que a pesar de la antipatía, que a pesar de que no se quieren, que
a pesar de que no se agradan, van a funcionar y van a construir en la labor que
le están pidiendo.
3° Tú
decidir servirle a esa persona. Ser benevolente, ser bueno. Es que es la manera
de salir adelante. Ser benevolente y bueno como decisión personal, no como una
consecuencia, no porque esperas a que la otra persona lo haga, no; tú lo
decides, tú lo haces y tú ayudas a esa persona, y ayudándola seguro puedes ir
limando asperezas. Sírvele con autenticidad, sírvele con sinceridad y muéstrale
que tú eres una persona distinta a como ella te ha pensado. Es muy probable que
la gente te tenga antipatía sin saber quién eres tú, sin compartir contigo, sin
hablar contigo sin conocerte. Muchas de las antipatías, muchos de los
conflictos que se generar nacen de los prejuicios que las personas tienen y no
realmente de la relación que pueden sostener.
Entonces
yo creo que hay que estar muy abierto a eso y servirle a la persona siendo lo
que uno es, auténtico, tranquilo, sereno y dando lo mejor, y así seguramente podremos salir
adelante, y podremos vivir felizmente, y así podremos encontrar el mejor camino;
el camino que nos conduce a la felicidad, el camino que nos conduce a la
plenitud.
Bien, son
como tres actitudes para no seguir, tres actitudes para seguir y para poder
vencer y para poder salir adelante.
Pbro.
Alberto Linero Gómez. (Agosto 15- 2017)
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Para ampliar esta reflexión los invito a ver el vídeo:
🎵Feliz☀día🎵 Dios Padre nos ama, bendice; es un Padre
magnánimo y misericordioso. Vivamos a su manera y al hacerlo podremos vivir sin
prejuzgar a los otros, amando, sirviendo, respetando y en armonía y fraternidad.☺
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