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Una
bendición especial para ti. Me da gusto que iniciemos a esta hora esta
experiencia de todas las mañanas, nos juntamos, reflexionamos la vida, oramos un
poco, leemos la Palabra y recibimos la bendición de Dios, la fuerza de Dios
para hacer de nuestro día, el mejor de los días.
Aquí
estamos, seguros de que Dios no nos abandona, seguros de su bendición, seguros
de su amor, seguros de su protección, de su compañía y nosotros con
disponibilidad iniciamos el día.
Desde ayer
he comenzado a trabajar con ustedes algunas claves del libro “Mi venganza es
perdonarte.” De allí he querido sacar las reflexiones que hago en estos días.
Una
pregunta que me hago constantemente desde la parábola del Padre misericordioso,
de Lucas 15, 11-32, es ¿Qué caracteriza al Padre que lo hace capaz de perdonar?
¿Qué es lo que caracteriza al Padre que lo hace capaz de perdonar? Esa es la
pregunta con la que me aproximo a esa parábola, porque si, el Padre es
misericordioso, pero ¿qué características tiene en el relato, qué
características tiene en esa parábola, que nos permite a nosotros entender que
Él hace la misericordia? Y yo encuentro por lo menos cuatro características que
quisiera compartir con ustedes, porque de alguna manera, creo que en la medida en
que trabajemos esas cuatro características, en nuestra vida diaria, seguramente
también vamos a poder perdonar, seguramente también vamos a poder ser
misericordiosos con las personas con las que convivimos, con las personas con
las que hacemos la vida.
1.- La
libertad. Si hay algo que me impacta del Padre misericordioso es su libertad.
Es libre, tan libre, que respeta la libertad de los otros. Quien no respeta la
libertad de los otros no es libre. La prueba de que alguien es verdaderamente
libre, es que al relacionarse con los demás, respeta la libertad de los demás.
Esto lo digo pensando en que cuando el hijo menor le pide el dinero, que cuando
el hijo menor le pide la parte de la herencia que le corresponde legalmente, el
padre lo deja en libertad, le da lo que está pidiendo en libertad.
Cuando el
hijo menor se va a un lugar lejano, el padre misericordioso lo deja ir…Lo deja
actuar, lo deja ser.
Yo creo
que muchos de nosotros no somos libres, nos hemos acostumbrado a la esclavitud,
nos hemos acostumbrado a vivir amarrados a experiencias, amarrados a
situaciones, anclados, sujetados; y eso hace que no podamos relacionarnos con
tranquilidad con los demás. Nos cuesta ser libres, nos cuesta vivir libremente.
Para poder perdonar, para poder vivir en misericordia necesitamos aprender a perdonar y para poder perdonar necesitamos ser
libres, y vivir en libertad.
Oye,
cuidado con ese tema, porque muchos de nosotros lo que hacemos es acaparar al
otro, poseer al otro, dominar al otro, intentar ser dueños del otro y cuando
uno vive así, difícilmente puede tomar la decisión de perdonar porque termina
creyendo que el otro que es parte mía, que es mío; me hizo daño, rompió mi
relación y no merece nada. Cuando me doy cuenta que es un ser humano distinto,
que es un ser humano libre, que es un ser humano que puede tomar sus propias
decisiones; aprendo a respetar su actuar y aprendo hasta comprender su actuar.
Primera característica
del padre misericordioso, libertad; desde esa libertad él se relaciona con sus
hijos. De hecho al hijo mayor le dice lo mismo, “Bueno, todo lo mío es tuyo,
que tu no hayas vivido así no es mi responsabilidad.”
2.- Su
ternura. Me emociona la ternura del padre misericordioso. Gestos de ternura en
el texto: el abrazo que le da, el que se le mueven las entrañas cuando lo ve. Sí,
hay gestos que nos muestran no a ese Dios castigador, no a ese Dios duro, no a
ese Dios severo que nosotros estamos acostumbrados a compartir, que nosotros
estamos acostumbrados a mostrar, sino el Dios tierno, suave, que se le mostró a
Elías en la brisa suave.
Sin
ternura no hay posibilidad de misericordia.
Cuando uno
cree que la vida se hace trompadas, cuando uno cree que la vida se hace a lo
que yo digo, a esto es así, a luchar contigo, a pelear contigo; cuando yo creo
que la vida es así; no construyo relaciones de perdón, no construyo relaciones
de oportunidad, sino al contrario, genero, definitivamente violencia, genero
definitivamente conflicto.
La ternura
es necesaria, sin ternura no hay felicidad. Yo se que algunos nos cuesta la
ternura, yo se que algunos nos es muy difícil la ternura, ojala hoy podamos
aprender a ser tiernos, ojalá hoy podamos vivir en ternura y podamos saber
acariciar la vida, acariciar al otro y hacer feliz al hermano.
3.- La confianza.
Confía en el otro, confía en su hijo menor, confía en su hijo mayor, confía en
lo que él ha hecho; tanto que deja ir al hijo menor, tanto que cuando regresa
le da el anillo. Es decir, hay una actitud de confianza, eso es fundamental
para poder vivir.
Uno de los
problemas más serios que nosotros tenemos es que nos hemos vuelto incapaces de la confianza; es que no
sabemos confiar, es que no sabemos ayudar al otro, es que no sabemos darle una
nueva oportunidad al otro y eso es muy difícil.
Hoy yo
quisiera, que cada uno comprendiera eso, necesitamos aprender a confiar…
Todo el
mundo nos puede traicionar, todo el mundo nos puede engañar, pero nosotros
queremos dar oportunidades y confiar.
No somos tontos, hacemos análisis mínimos, tendemos
tendencias, pero nos lanzamos a confiar en el otro, a creer en el otro y a
seguir adelante para lograr que la vida se reconstruya de la mejor manera.
4.- Es festivo. Me encanta la gente que sabe hacer
fiesta, yo sospecho mucho de la gente que no ríe; yo la gente que no ríe, hay
que sospechar. La gente que no sabe encontrar un motivo para reír que no sabe
entender una broma, que no sabe, sospecha de esas personas.
La vida
cuando se asume con tanta rigurosidad, con tanta actitud hierática; cuando se
asume así la vida termina siendo un infierno, termina siendo un tinglado,
termina siendo un lugar en el que sufrimos, un lugar en el que no podemos vivir
a plenitud.
En mi venganza
es perdonarte yo insisto en la necesidad de ser como el Padre misericordioso,
es decir, en la necesidad de ser libres, de ser tiernos, de ser hombres y mujeres
que confiamos y de ser hombres y mujeres festivos, que sabemos agradecerle a la
vida los motivos, los momentos que tenemos…
Porque esa
es la vida, saber reír, saber gozar la vida. No creo en nadie que tenga fe si
no sabe reír, si no sabe disfrutar la vida.
Ojala hoy tú
y yo que queremos vivir perdonando, que queremos vivir dando perdón, aprendamos
a ser libres, aprendamos a ser tiernos, aprendamos a confiar en el otro y
aprendamos también a vivir festivamente para salir adelante y ganarle a
todas las dificultades y a todos los
problemas que tenemos.
Pbro.
Alberto Linero Gómez. (Julio 19.2017)
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Para
ampliar esta reflexión los invito a ver el vídeo:
🎵Feliz☀día🎵 El Padre Dios nos ama, nos bendice y es un
Padre misericordioso. Es un Padre tierno, alegre, que nos ama en libertad y
tiene una gran confianza en nosotros. Sigamos su ejemplo, vivamos a su manera;
amando, respetando, sirviendo y perdonando.☺
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