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Una
bendición especial para ti, que el Dios de la vida te llene de su amor y que el
Dios de la vida te llene de su alegría, te llene de su fuerza, te llene de su
misericordia y te impulse a ser feliz.
Aquí
estamos como todos los días para llenarnos de la fuerza de Dios, para llenarnos
de la alegría de Dios, para llenarnos de la misericordia de Dios y hacer de
este día un día memorable, un día que podamos recordar con gusto, un día que
podamos recordar con alegría, un día en el cual podamos disfrutar de todas las
bendiciones que el Dios de la vida nos tiene.
Hoy quiero
hablar de la esperanza, de las experiencias fundamentales para un creyente del
siglo XXI, la esperanza. Esa es una de esas experiencias fundamentales.
Tenemos
que ser hombres y mujeres de esperanza, hombres y mujeres que creen que el
mañana va a ser mejor, que creen que el mañana va a tener ese brillo que el
presente no tiene; de hombres y mujeres que están convencidos que podemos
luchar y que podemos ganare a todas las dificultades si somos capaces de encontrar
la esperanza que siempre es un regalo de Dios, que siempre es un regalo del
Resucitado.
Hoy quiero
preguntarme ¿Qué aporta la esperanza? Es decir ¿Cuáles son los valores
agregados de una opción de esperanza? Cuando yo decido tener esperanza en mi
vida ¿Qué adquiero? ¿Qué le da la esperanza a mi vida? Y quiero señalar cuatro
realidades que son para mi consecuencia de tener esperanza.
1° La
esperanza le da sentido a la vida. Cuando uno está convencido que el mañana es
mejor entonces uno puede trabajar el presente con más fuerzas y con más ganas.
Cuando uno está convencido que todo va a salir bien, que uno va a mejorar, que
uno va a alcanzar logros importantes en su vida, entonces la lucha diaria tiene
un significado, tiene un sentido, tiene una razón de ser.
Muchas
veces nos metemos en crisis cuando no sabemos ¿qué hacer? en el presente, porque
vemos que el futuro es absolutamente negro, porque veos que el futuro es
absolutamente blanco porque no tiene colores, no tiene matices, no tiene
salidas.
Oiga,
usted y yo, necesitamos tener fuerzas para trabajar hoy y esas fuerzas nos
llegan de la certeza de que mañana vamos a estar mejor, de la certeza de que
mañana nos va a ir mejor. Si nosotros tenemos la certeza que se traduce en esperanza,
de que el futuro es mucho mejor, entonces yo trabajo duro porque al fin y al
cabo el futuro es consecuencia de lo que hago hoy, al fin y al cabo es
consecuencia de mi lucha diaria, de mi esfuerzo cotidiano.
Primera consecuencia
de ser un hombre de esperanza, de tener la opción esperanza, mi vida, mi
presente tiene sentido.
2° La
esperanza nos llena de fuerza. Porque cuando uno tiene claro que va a conseguir algo, que tiene un
ideal, que tiene un objetivo, que tiene una utopía, desde allí, recibe fuerza,
recibe un jalón; si, es como si lo jalonara. ¡Claro! El deseo me jalona, la
meta hermosa me jalona, el sueño me jalona y yo quisiera que cada uno de
ustedes mirara con esperanza su futuro y desde el futuro recibiera ese jalón,
esa fuerza que lo atrae, para seguir batallando, para seguir esforzándose, para
seguir dando lo mejor y alcanzar cada uno de los sueños que se tienen pensado.
Insisto, nosotros
podemos, nosotros tenemos experiencias ideales que queremos alcanzar y nos
sentimos jalonados por ellas.
3° Nos
enfoca al futuro. Muchas veces nosotros nos quedamos en el presente y
terminamos ahogados en el presente. Muchas veces nosotros terminamos sin poder
trascender, sin poder var más allá de los límites, sin poder ver más allá de
las situaciones; a veces difíciles, a veces complejas que experimentamos. La
esperanza nos enfoca en el futuro, nos hace darnos cuenta que hay un mañana y
que ese mañana trae bendición, y que ese mañana nos alegra, y que ese mañana
nos hará ser más felices.
4° Nos
hace vivir la vida con optimismo. El que tiene esperanza, el que cree que
mañana va a ser mejor, entonces en el presente tiene mucho optimismo y en el
presente sonríe, en el presente es capaz de descubrir las cosas buenas que hay
allí, es capaz de ver la flor hermosa que nace en el fango.
Oiga, si
usted y yo somos capaces de tener esperanza, si usted y yo no cedemos ante las
palabras apocalípticas de estos días, ante los discursos negativista de estos
días; si nosotros no cedemos ante esa invitación, a creer que ya todo está
perdido, a creer que ya no hay nada que hacer, sino que llenamos nuestra vida
de esperanza entonces tenemos por lo menos cuatro realidades muy claras:
1.- El presente
tendrá sentido.
2.- Nos
sentiremos jalados por el futuro, habrá una fuerza que nos impulsa.
3.- Nos
enfocaremos no solo en el presente sino que sabremos trascender, sabremos
descubrir que hay detrás.
4.-
Tendremos optimismo, podremos reír más, podremos encontrar más razones para estar
contentos, más razones para estar felices.
Es
necesario tener esperanza, es necesario que tú tengas esperanza. De hecho en el
oracional “El Man está vivo” del mes de agosto, uno de los temas que trato es
ese, el tema de la esperanza. Ojalá ustedes puedan tener más esperanza y
teniendo más esperanza salgan adelante y teniendo más esperanza puedan vencer
las dificultades y puedan vencer los problemas, y puedan vencer las situaciones
que vamos teniendo una y otra vez…
Pbro. Alberto Linero Gómez. (Julio 26 - 2017)
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Para
ampliar esta reflexión los invito a ver el vídeo:
🎵Feliz☀día🎵 Dios Padre nos ama, nos bendice y nos da la
fuerza necesaria para seguir luchando, para no perder la esperanza, para
visualizarnos en un mañana mejor y lleno de bendiciones. ☺
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