¿Qué hacer, para crecer, para mejorar y para que la esperanza se pueda cumplir?

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 Todas las bendiciones de Dios para ti. Aquí estamos con un nuevo día, con la certeza del amor de Dios, con la seguridad que vamos a salir adelante. Si, cual sea la situación, vamos a salir adelante. Estamos alegres, estamos contentos porque Dios no nos abandona, Dios no nos deja, porque Dios lo es todo, porque Dios es misericordia, porque Dios es amor y porque Él  nos impulsa cada día, a vencer las dificultades y a vencer los problemas…

Vamos a tomar el tema de la esperanza, hemos venido hablando de ella; el primer día las consecuencias de la esperanza para nuestra vida, el segundo cómo tomar la decisión de tener esperanza y hoy quisiera compartir ¿Qué hacer, para crecer, para mejorar y para que la esperanza se pueda cumplir? Es decir, porque la esperanza no es mágica, no es que yo tenga esperanza y listo, todo se va a resolver. No, tenemos esperanza pero hay que luchar y hay que esforzarse para alcanzar los objetivos y allí hay tres tareas simples:

1° Preparación. Necesitamos ser gente que se prepare a todo nivel, gente que se entregue, gente que adquiere los conocimientos adecuados. Sin preparación no vamos a realizar la esperanza que tenemos. Sin preparación la esperanza que tenemos podría ser una quimera. Nosotros tenemos que prepararnos y prepararnos significa estudiar, prepararnos significa ejercitarnos, prepararnos significa aprender de otros, preparar significa evaluarnos, preparar significa corregir y preparar significa estar en esa actitud de ser cada día mejor.

De los problemas serios que tenemos los creyentes hoy es que no hemos aprendido a ser verdaderos hombres y mujeres que se entrenan en ser cada día mejor; nos cuesta prepararnos. Y cuando vivimos en la experiencia de la fe, muchos creen que esto es mágico, muchos creen no que “Dios me hace un buen marido, Dios me hace una buena esposa.” No, tienes que prepararte para ser un buen marido, tienes que prepararte para ser una buena esposa. Eso es fundamental si no, no vamos a poder, si no eso va a ser muy difícil, si no la vida no va a funcionar.

Por eso hoy yo quisiera invitarlos a ustedes a tener un plan de preparación, en todos los sentidos de la vida, en todas las dimensiones de la vida. Uno de los aportes que hemos querido hacer desde el Minuto de Dios en la iglesia católica (http://minutodedios.fm), ha sido realizar unas escuelas de entrenamiento en experiencias fundamentales para la evangelización. Tenemos una escuela de predicadores que se hace en enero cada año, es latinoamericana, vienen de catorce, quince países y allí lo que buscamos es entrenarnos para  evangelizar bien. Tenemos una escuela de músicos de la cual se acaba de hacer la primera ahora en el mes de julio, donde lo que buscamos es ayudarles en la técnica vocal, ayudarles en la puesta en escena, ayudarles en todas esas experiencias para que puedan ser auténticos evangelizadores. Y tenemos una de liderazgo, Bartimeo propiamente, de jóvenes.

 Oye, si no nos entrenamos no vamos a poder crecer y no vamos a poder realizar nuestra esperanza. La esperanza no se realiza porque somos bonitos, la esperanza no se realiza porque “Ay nosotros rezamos bastante.” La esperanza  se realiza porque nos preparamos para realizarla, nos preparamos duramente para dar lo mejor de nosotros, confiando en Dios, creyendo en Dios y en oración. Pero hay que entrenarse, si no te entrenas, no funciona; si no te entrenas, no funciona.

2° Es necesario la contemplación. Y ¿qué digo cuando digo contemplación? Digo la capacidad de ver las cosas con dedicación, con serenidad, con tranquilidad. Si tú no tienes una buena capacidad de contemplación, si no que pasas de largo por la vida, sino que pasas de largo por las realidades, no vas a aprender. ¿Cuándo aprende uno? Uno aprende cuando es capaz de entender “Oye, esto funciona así, esto pasa aquí, esto pasó por esto; cuando es capaz de contemplar la realidad.

Yo se que en el mundo de hoy, un mundo agitado, un mundo lleno de trabajo, un mundo lleno de cosas es muy difícil, muy difícil sentarse a contemplarlo, pero es necesario. Sin esa experiencia de contemplación, no saldremos adelante, sin esa experiencia de contemplación no podremos vencer las dificultades y vencer los problemas que tenemos.

Hoy, a ustedes que están conmigo, a ustedes que viven esta experiencia, los quiero invitar a contemplar. Si, a contemplar ¿qué estás haciendo en tu vida? A contemplar ¿qué estás haciendo en tu corazón? A contemplar ¿qué estás haciendo en tu trabajo? A contemplar ¿cómo te estás relacionando? A contemplar la realidad toda. Y en ese proceso de contemplación entender que hay para ti ¿qué aprendizajes hay? ¿cómo te evalúas frente a eso?

3° Es muy importante la aplicación. A veces estudiamos mucho pero no aplicamos nada. A veces contemplamos y al contemplar tenemos unas conclusiones pero no las aplicamos y así no se puede, así no lo logramos.

Por eso yo quisiera que ustedes que están conmigo en este momento, que ustedes que viven en este instante de reflexión, de fortaleza, fueron capaces de:

1.- Prepararse, estudiando, leyendo, entrenándose.

2.- Contemplando la vida.

3.- Que aplicaran eso que han descubierto como verdadero, eso que han descubierto como fundamental. Aplicar. Es así, lo quiero así, lo quiero de esta manera, lo quiero de esta otra forma; si no, no va a funcionar, si no va a ser muy complejo el tema, si no definitivamente la esperanza no se va a realizar porque insisto, la esperanza no se realiza por arte de magia; no es “Abracadabra, pata de cabra” que se realiza la experiencia. No es así, no puede ser así.

Nosotros creemos en una esperanza, tenemos una esperanza, pero luchamos y nos esforzamos diario, es una activa, es una esperanza que nos hace trabajar duro y para ello tenemos que prepararnos y ¿cómo nos preparamos? Con entrenamiento, contemplando y tenemos que aplicar eso para poder salir adelante.

Pbro. Alberto Linero Gómez.  (Julio28-2017)

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Para ampliar esta reflexión los invito a ver el vídeo:

🎵Feliz☀día🎵 Abba derrame su amor infinito y misericordioso sobre nosotros, nos bendiga y nos conceda la gracia de esforzarnos cada día más para ser mejores seres humanos y mejores hijos de Él. Para ello no perder la esperanza ya que Él nunca nos abandona, no nos deja y a nuestro lado camina todos los días, bendiciendo, iluminando el camino, brindándonos las herramientas y colocando seres que nos aporten conocimientos necesarios para crecer cada día más y más. ☺