jueves, 27 de julio de 2017

¿Qué hacer para tener esperanza?

                       ❤. ː̗̀†ː̖́ .

 Una bendición para ti, qué gusto que estés ahí, que gusto que quieras compartir con nosotros a esta hora el mensaje de la Palabra de Dios, el mensaje de Jesús de Nazaret. Gracias por aceptar la invitación, gracias por acompañarnos a esta hora, gracias por disponerte y disponer el corazón a esta Palabra que lo que busca es llenarte de fuerza, que o que busca es llenar tu vida de sentido, que lo que busca es hacerte creer y hacerte confiar en que tu puedes salir adelante…
Hoy quiero hablar con ustedes de la esperanza. Ayer hablaba de las consecuencias de ser un hombre, una mujer de esperanza. Decíamos el presente tiene sentido. Decíamos uno siente una fuerza que lo jalona. Decíamos uno se da cuenta de que hay algo más, trasciende y decíamos, importante también, somos optimista al ir haciendo nuestra cotidianidad.

Hoy quiero responder a la pregunta ¿Qué hacer para tener esperanza? Y quiero primero tener una respuesta desde la fe. Sin duda a mí que soy un hombre creyente, o que quiero creer cada día más, tener esperanza es fruto de mi relación con Dios, tener esperanza es fruto de mi amor a Jesús de Nazaret. Claro, tengo esperanza porque lo conozco a Él, tengo esperanza por saber quién es Él, tengo esperanza porque estoy convencido de su fuerza y estoy convencido de su misericordia. Por eso tengo esperanza, mi esperanza nace de mi relación con Él, mi esperanza nace de su fidelidad, mi esperanza nace por su opción por mí, mi esperanza nace de su decisión de bendecirme a diario, de bendecirme todos los días, de bendecirme a cada instante; allí nace mí esperanza. Claro yo lo he visto actuar, yo lo he visto liberar, yo lo he visto sanar, yo lo he visto romper cadenas, yo lo he visto cambiar todas las cosas, hacerlas nuevas. Y entonces yo confío en Él y mi confianza en Él me lanza a tener esperanza. Por eso todas las mañanas me levanto seguro de que voy a vivir un día memorable, seguro de que las cosas van a estar bien, seguro de que voy a poder ganarle a todas las dificultades y a todos los problemas que tengo, seguro de que no voy a fracasar en mis tareas y en mis luchas porque yo confío en Él, creo en Él, espero en Él.
Entonces eso es lo:
Confiar en el Señor, encontrarte con el Señor.
2° Si tú no eres un hombre de fe o siendo un hombre de fe quieres acrecentar tú esperanza ¿Qué hacer? Lo primero es tomar la decisión de tener esperanza porque la esperanza es eso, una decisión. Decido esperar, es una decisión, decido esperar; ojo con eso. Nosotros no podemos vivir la vida, nosotros no podemos vivir el corazón esperando que haya un movimiento interno extraño que nos haga vivir a nosotros la esperanza, no, nosotros debemos tomar la decisión de tener esperanza, de tomar la decisión de tener esperanza. O sea… es una cosa volitiva, no una cosa emotiva; no es que un día te amaneces, ¡ay, tengo esperanza! No, es decisión de tu esfuerzo también, es decisión, es esfuerzo tuyo también.
¿Qué hacer para tener esperanza? Decidir tener esperanza.
3° Es importante cambiar la manera de pensar. Uno está muy acostumbrado y seguro por la gente que ha tenido a su alrededor de ser negativo. Muchos tenemos maneras de pensar negativa, de esos que siempre vemos el problema, de esos que siempre vemos la dificultad, de esos que siempre vemos la situación grave que hay.
Si queremos tener esperanza hay que hacer todo un cambio de esa manera de pensar, porque si uno solo ve lo malo, si uno solo ve lo feo, si uno solo ve lo difícil de la vida, no va a poder cambiar, no va a poder creer que  mañana hay cosas buenas. ¿Cómo va a creer uno que mañana hay cosas buenas si uno solo cree en lo malo, en lo difícil, en lo feo, en lo horrible de la historia?
Por eso, a ti que estás ahí, a ti que vives este momento, vamos a cambiar nuestra manera de pensar, vamos a ser optimistas y siendo optimistas, tenemos esperanza. Claro si yo veo todo lo terrible de la vida solamente y me empeliculo con eso y armo un paquito de eso, seguramente voy a sufrir, no hay más nada y cada día crecerá más mi negativismo, y cada día crecerá mi pesimismo.
Al contrario, si comienzo a ver lo bueno, si comienzo a descubrir que en el fango nacen flores, si comienzo a darme cuenta que algunas tragedias se vuelven bendiciones, entonces voy a confiar, entonces voy a creer, entonces voy a esperar; y eso es otra cosa.
Victorias pequeñas, victorias tempranas. Si uno pierde, pierde, pierde, pierde ¿qué esperanza puede tener? Si uno se pasa la vida perdiendo, y perdiendo y perdiendo ¿qué esperanza puede tener? Ninguno, ninguno.
Hoy, te quiero decir, con tranquilidad, con serenidad, necesitamos tener victorias tempranas, claro porque en la manera en que tu vas ganado tú te llenas de fuerzas; pregúntenselo a los líderes de futbol, a los técnicos. Cuando un equipo pierde, pierde, pierde ¡Humm! No hay esperanza, las emociones bajan, todo se va al piso en cambio cuando comienza y gana dos partidos seguidos se envalentonan. Por eso necesitamos victorias tempranas.  Uno no puede vivir de que “¡Ay si, las cosas van a salir bien! Bueno, que comiencen a salir bien, que hayan pequeñas victorias allí que te animen a seguir creyendo y que llenen tu vida de esperanza; si no es muy difícil, si no es muy complicado y seguro no lo vas a poder lograr, y seguro no lo vas a poder tener. Pilas con eso.
Hoy te invito a:
1.- Confiar más en Dios para tener esperanza.
2.- Tomar la decisión de ser un hombre, una mujer de esperanza.
3.-  Cambiar tu manera de pensar y ser más optimista, y ser más positivo; descubrir las cosas buenas que hay a tu alrededor.
4.- Importante, para que no lo olvides, victorias tempranas. Esas victorias tempranas te van a catapultar, te van a impulsar en ser un hombre, una mujer de esperanza.”
                       ❤. ː̗̀†ː̖́ .
Para ampliar esta reflexión los invito a ver el vídeo:
🎵Felizdía🎵 El Padre de amor nos ama infinitamente, nos bendice, vive entre nosotros y quiere lo mejor para sus hijos. Abramos nuestro corazón a su Palabra y a las palabras del Pbro. Linero para ser cada día hombres y mujeres de bien y con actitudes fuertes de fe y de esperanza. Dios Padre no nos deja, Él siempre está con nosotros.☺

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