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Una bendición especial para ti, que el Dios de la vida te
llene de su alegría y que el Dios de la vida te llene de su paz.
Me encanta saludarte a esta hora, me fascina poderte decir
que vas a salir adelante, me fascina poderte decir que en ti están las
cualidades y las capacidades que requieres, no tengas miedo, vence tu miedo y
echa hacia adelante, tu naciste para triunfar, tu eres un triunfador, tu eres
una triunfadora; confía en ti, cree en ti, espera en ti y vamos a dar lo mejor
para que veas cómo se resuelven todas esas dificultades, todos esos problemas que
estás teniendo.
¡Ánimo! Dios contigo. Lo primero que hago es pronunciar una
palabra de bendición para ti, una palabra de bendición para tu casa, una
palabra de bendición para todos los tuyos.
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Hoy quiero hablar del perdón.
¡Bueno! Ustedes saben que el último texto que publique “Mi venganza es
perdonarte” nos hace una reflexión en torno al perdón, nos hace pensar en el
perdón. Yo quisiera que ustedes perdonaran pero también quisiera que ustedes
aprendieran a pedir perdón. Yo no me siento un maestro del perdón, pero estoy
en camino de aprender. Cada día reflexiono en torno a cómo perdonar y en torno
a cómo pedir perdón. Ojalá tu que estás conmigo a esta hora, puedas trabajar en
ese tema; si puedes leer el texto, fabuloso “Mi venganza es perdonarte.” Pero
hoy quiero proponerte reflexión en torno a cómo pedir perdón, cómo pedir
perdón.
1° Lo primero, evita las disculpas
falsas, evita auto excusarte. La gente llega a pedirte perdón pero antes te
dice: “Mira, yo hice esto porque tú hiciste aquello, porque yo hice esto porque
Saturno movió a Júpiter, yo hice eso.” Mira, evita las disculpas falsas, no des
disculpas; si vas a pedir perdón acepta, asume, mirando a los ojos, con
tranquilidad, que fallaste, que no hiciste las cosas bien, que no actuaste como
debiste, punto; sin mayores problemas, me equivoqué, no hice lo correcto,
mirando a los ojos, mirando a los ojos.
Entonces yo quisiera que lo primero
fuera eso, que tu evitaras las excusas falsas, evitaras las excusas y
simplemente aceptaras eso porque muchas personas lo que hacen al pedir perdón
es culpar al otro. Después de la pedida de perdón uno termina diciendo: “Bueno
el no hizo nada, ella no hizo nada sino que yo fallé, yo me equivoqué, yo no
hice las cosas bien. ¡Bueno!” No, no, no, así no funciona. Así no es el tema.
Yo te invito a que tú aceptes con tranquilidad, con serenidad, sin
exageraciones de culpa, sin exageraciones de miedos que fallaste, que te equivocaste.
2° Pero segundo, deja que las
emociones fluyan es lo segundo. A veces pensamos que realmente no vale la pena disculparse
ya sea porque consideramos que nuestro error fue insignificante o porque fue
tan grande, que no van a perdonarlo; no,
deja que las emociones fluyan. Si sientes la emoción de pedir perdón, si te
sientes triste por lo que hiciste, pues entonces tú vas, lo miras a los ojos y
con tranquilidad y con serenidad pides perdón; porque algunos lo que hace es
bloquear las emociones y al bloquear las emociones lo que haces es romper lazos
con la otra persona; al bloquear las emociones lo que haces es romper lazos con
la persona que está allí y que de alguna manera te está proponiendo nuevas
oportunidades, nuevas posibilidades.
3° Es importante que tú te centres
en detalles que no debes olvidar, detalles que no debes olvidar porque como en
todo, el éxito está en los detalles. ¡Ojo! El éxito está en los detalles.
Bueno, cuándo te das cuenta tu que una camisa es fina, en los detalles. Cuándo
te das cuenta tu que un cuadro está bien hecho, en los detalles. Pues lo mismo
pasa en la petición que haces de pedir perdón. En el pedir perdón pasa lo
mismo, tienes que estar atento a los detalles. Y te doy tres detalles para que
tengas presente:
1.- Que tu disculpa sea clara, que
tu disculpa sea clara. Que no tenga el otro que esforzarse y hacer un tremendo
análisis hermenéutico teológico para comprender que tú le estás diciendo “Discúlpame.
Oye me equivoqué, la embarré, fallé, ¡Pack!” No comiences a hacer esos circunloquios, ni
con comiences tú con esos eufemismos que lo único que hacen es enredarlo todo,
no; mira a los ojos y con tranquilidad reconoce que no hiciste las cosas bien.
2.- Expresa tu arrepentimiento, que
quede claro que estás arrepentido. ¡Ah! Porque muchas veces me ha pasado y
sobre todo en el sacramento de la reconciliación, “¿Y está arrepentido? Y dice:
-No padre, me encantó lo que hice, fue
sabroso padre.” Bueno, si no estás pidiendo perdón, si no estás arrepentido, no
estás pidiendo perdón. Yo creo que tienes que expresar tu arrepentimiento, no
sólo tu disculpa es clara, eso es muy buen detalle, segundo, tu expresas que
estás arrepentido “Oye, me duele haberte dañado, me duele haberte hecho eso, me
duele haberte causado esa situación, estoy arrepentido.” Y estoy arrepentido en
el fondo significa no voy a volverlo a hacer.
Pero te doy un tercer detalle más:
3.- Brinda empatía, es decir,
muestra empatía. Sientes lo que esa persona está sintiendo, cuando uno siento
lo que el otro está sintiendo ¡ja! uno no vuelve a fallar, porque cuando uno se
da cuenta de la magnitud del dolor del otro, uno actúa de una manera distinta.
Entonces, por favor, yo insisto en
eso, por favor te invito a que lo revises, te invito a que lo tengas presente,
te invito a que no te desesperes, te invito a que con tranquilidad lo revises.
Insisto ¡Ojo! Es importante, es
fundamental que tú tengas empatía con esa persona, son detalles que no se nos
deben olvidar, son detalles que hay que tener presente, cuidado con eso, es
fundamental.
Entonces insisto, insisto, es
necesario, ¡ojo! es necesario:
1° No dar excusas que suenen a falsedad, que
suenen a disculpas falsas. Es importante eso porque si lo haces seguro la otra persona
no va a creerte, va a sospechar que tu
estas tomando el pelo, va a sospechar que tú definitivamente no eres una
persona confiable.
2°
Deja que las emociones fluyan, no bloquees tus emociones.
3° Cuida los detalles ¿Qué detalles?
Que tu disculpa sea clara, que muestres arrepentimiento y que tengas empatía
con la otra persona.
Creo que si pides perdón así vas a
poder salir adelante, estoy convencido que así vas a poder salir adelante,
estoy convencido que así lo vas a poder hacer.
¡Ánimo! Dios está contigo, Dios no
te deja, Dios te ama, Dios te bendice y Dios te llena de su fuerza y Dios te
llena de su paz. Confiemos en Él, creamos en el poder de Dios y vivamos la
misericordia de Dios.
Pbro.
Alberto Linero Gómez. (Septiembre 19- 2017)
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Para
ampliar esta reflexión los invito a ver el vídeo:
🎵Feliz☀día🎵 El Padre Dios nos ama infinitamente, nos
bendice y es tanto su amor y misericordia que constantemente está perdonando
nuestras fallas y equivocaciones. Igualmente nos invita a ser como Él,
misericordiosos con nuestros hermanos sin embargo, en ocasiones somos nosotros los
que debemos reconocer ante ellos que hemos fallado y asertivamente pedir perdón.☺
Amen amen, esta en lo cierto padre asi es, gracias por sus enseñanzas hermososas. saludos de venezuela...
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