miércoles, 6 de septiembre de 2017

En una relación interpersonal y afectiva hay que dejar ser al otro.

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 Bendiciones para ti, pido al Dios de la vida que derrame todas las bendiciones sobre ti, pido al Dios de la vida que te ayude a ser feliz, pido al Dios de la vida que hoy te impulse para que puedas hacer todo lo que te corresponde y lo hagas confiado, y creyendo en el poder de Dios.
Ser espiritual es amarse, es valorarse, es saberse capaz de muchas cosas. Ser espiritual es también tener la certeza de que Dios está a nuestro lado y que Dios nos impulsa, y que Dios nos ayuda a vencer las dificultades.
Hoy te quiero invitar a que confíes en ti, a que confíes en tus posibilidades, a que confíes en tus capacidades. Hoy te quiero invitar a ti, a que creas en el poder de Dios, a que creas en la misericordia de Dios y sepas que Él no te abandona, que Él no te defrauda, que Él no te deja. ¡Ánimo! Vamos a hacer de este día el mejor de los días. ¡Ánimo! Dios está con nosotros. ¡Ánimo! Podremos ver cómo el Dueño de la vida, como el Señor resucitado sigue rompiendo y haciendo sus signos de poder en nuestro corazón y en nuestro ser. Ánimo ¡Ánimo! Que hoy es día de bendición.
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Hemos hablado de consentir, hemos hablado de cuidar, hoy quiero hablar de dejar ser. Es fundamental que en una relación, en cualquier tipo de relación afectiva, las personas se comprometan a dejar ser al otro. No podemos ponerle límites al desarrollo del otro, no podemos impedirle al otro que alcance sus sueños, que desarrolle su potencial.
Estoy pensando en los padres de familia que están ahí al lado en el proceso de crianza; ellos tienen que evitar cortarle las alas a los hijos, tienen que evitar llenar de miedo, llenar de inseguridad a los hijos. Al contrario, ese proceso de acompañamiento, ese proceso de crianza debe caracterizarse porque el hijo entiende quién es, identifica su esencia y lucha por realizarse, por tener su mejor versión.
Estoy pensando en que a veces hay padres castradores, padres sobreprotectores que quieren que su hijo sea lo que no es, que quieren que su hijo esté caracterizado por lo que realmente no es, no tiene y hacen sufrir a sus hijos.
Recuerdo experiencias en el pasado donde un hijo escribía con la mano izquierda y por las malas creencias de esa época le hacían escribir con la derecha y le daban a uno sufrimientos terribles. No, hay que dejarlo ser, claro ayudarle a dar su mejor opción, claro, propiciar que se potencie, propiciar que se desarrolle, propiciar que vaya por un buen camino pero dejándolo ser. Lo mismo en las relaciones de pareja, en las relaciones de pareja es fundamental. No, el esposo no puede pretender construir la esposa, fabricar la esposa según el ideal que él tiene en la cabeza, a su imagen y semejanza. No, el esposo tiene que dejar ser a la esposa y tiene que amarla sabiendo qué es ella, quién es ella, qué la caracteriza. A veces los esposos no solo quieren crear a las esposas físicamente, hoy que están de moda la cirugías plásticas, le ponen un poquito más de oreja, le arreglan un poquito más la ceja derecha, le ponen un poquito más de cachete, bueno, las hacen a su deseo y a su gusto; no solo eso que ya me parece demasiado si ella no está convencida y si ella no quiere hacer eso sino que además entonces no pueden bailar, no pueden cantar. << Cuando yo esté contigo no rías mucho que eso genera atracción para los demás. Cuando yo esté a tu lado por favor no mires a la derecha. >> Y yo no sé <<No pienses así, aquí en mi casa la única ideología es esta, tú no puedes pensar de esa manera. >>
Bueno y terminan de alguna manera pervirtiendo la esencia de la otra persona, yo no creo que eso sea amor, yo creo que eso es egoísmo, yo creo que eso es de alguna forma proyectarse en el otro, no creo que sea dejar ser al otro.
Ni se diga en las relaciones de amigos, en las relaciones de amigos es donde uno más tiene que generar más experiencias de complicidad, no digo de alcahuetería, no digo de hacer lo malo, claro que no, pero si digo de complicidades donde te puedo contar cosas y no voy a encontrar un regaño, ni voy a encontrar un sermón sino voy a encontrar una palabra que me dice “Oye, pilas, ve bien. >> Hay momentos en los que hay que mirar a los ojos y decir “Ojo, eso no, así no, no estoy de acuerdo contigo, no te patrocino eso, no voy a respaldarte a eso.” Pero lo normal es que hayan complicidades, que podamos bromear, que podamos decirle cosas que no le decimos a nadie.
Se necesita dejar ser a la otra persona, cuídense de esas relaciones de sometimiento, de subordinación, de haces lo que yo digo, de haces lo que yo quiero, así no se puede, así no es la vida y eso no genera felicidad, al contrario, eso genera demasiadas dificultades y demasiados problemas. Por eso hoy quiero invitar a todos los que tienen relaciones interpersonales a que se hagan el compromiso de dejar ser a la otra persona, ahora si la esencia de la otra persona no me agrada, no me gusta, a bueno, ya eso es otra cosa, entonces no sostengo la relación con ella, no sostengo la relación con él, busco la manera de tener otra persona, busco la manera de trabar otras relaciones de amistad, busco la manera de salir adelante; pero si tenemos una relación es porque yo voy a dejarte ser, es porque respeto tu esencia, amo tu esencia y me encanta que seas lo que eres, me encanta que seas como así estás siendo. Eso es fundamental y quisiera yo que lo tuvieran presente para tener relaciones sanas porque muchas de nuestras relaciones interpersonales son insanas, generan más problemas que bien, generan más sufrimientos, generan más torturas, hieren más que en vez de sanar y en vez de ayudar. Pilas con eso, es un tema que ha sido reiterativo en mis redes y en este mismo programa ya he hablado de eso porque quiero insistir en eso para que tengamos relaciones más sanas y podamos salir adelante 
Pbro. Alberto Linero Gómez.  (Septiembre 06 - 2017)
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Para ampliar esta reflexión los invito a ver el vídeo:
🎵Felizdía🎵 Dios Padre nos bendice diariamente y nos ama infinitamente, misericordiosamente, en libertad, sin ataduras. Desea vivamos a su manera amando, perdonando y sirviendo a los demás, y que en nuestras relaciones afectivas e interpersonales, nos complementemos, crezcamos juntos, más no le pongamos trabas al otro; le permitamos ser quien es.

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