viernes, 8 de septiembre de 2017

Dios interviene en todas las cosas para bien de los que le aman. Rom 8,28

                       ❤. ː̗̀†ː̖́ .


 Pido al Dios de la vida que te bendiga, pido al Dios de la vida que te llene de su amor y que te llene de su paz, pido al Dios del amor que en este momento te haga sentir que te acompaña, que no te abandona, que siempre está de tu lado y que te quiere ver feliz. El Dios del amor, el Dios de Nuestro Señor Jesucristo, el padre de Nuestro Señor Jesucristo que siempre está allí para llenarnos de vida, para llenarnos de fuerza, para cuidarnos y para llevarnos en sus brazos hacia la realización de nuestros objetivos y de nuestros sueños.
                       ❤. ː̗̀†ː̖́ .
Un texto que siempre me gusta revisar es Romanos capítulo ocho, versículo veintiocho (Rom 8,28) Muchas veces lo he compartido con ustedes, muchas veces lo hemos meditado pero lo vuelvo hacer porque creo que es una Palabra que genera fuerza, que genera ánimo, que nos genera a nosotros la sensación, la certeza, que vamos a salir adelante. Si, para mi es una fuente de motivación, por eso me gusta leerlo constantemente, ahí en la carta de Pablo a los Romanos, capítulo ocho. Normalmente es la vida según el Espíritu y ahí, en el versículo veintiocho dice Pablo “Dios interviene en todas las cosas para bien de los que le aman.” No es fácil entender las situaciones de la vida, no es fácil comprender aquellos problemas, aquellos conflictos que se nos generan por decisiones equivocadas, por interceptar intereses de los demás, por no vivir la vida como otros quieren que la vivamos o simplemente por la decisión de otras personas y uno termina diciendo: “Hey, no entiendo eso, no sé cómo vivirlo, no sé cómo seguir adelante.” Y uno comienza a experimentar miedo, confusión, desánimo y ahí es donde tengo que leer esa Palabra, y ahí es donde tengo que volver a beber de esa Palabra “Dios interviene en todas las cosas para bien de los que le aman.” Es decir, frente a ese problema, frente a ese conflicto, frente a esa decisión que va más allá de tus posibilidades, que va más allá de tus capacidades, tú tienes que tener confianza, tú tienes que tener serenidad porque eso forma parte también de la bendición de Dios. Y al principio uno no lo entiende, al principio a uno le cuesta mucho, porque ¡Hey! cómo algo tan terrible, cómo algo que me ha hecho sufrir está en el plan de bendición de Dios para mí. Y uno cuando le da tiempo al tiempo, cuando uno es capaz de esperar que la historia vaya rodando, encuentra las razones, encuentra el sentido y encuentra el por qué sucede lo que sucede.
Hoy quisiera invitarte a revisar esa Palabra, Romanos 8, 28 “Dios interviene en todas las cosas para bien de los que le aman.” Quiero que esa Palabra te genere serenidad, te genere confianza en Dios. Seguro te toca enfrentar el problema y resolverlo, seguro te toca analizar bien ¿qué fue lo que sucedió? y te toca tomar las mejores decisiones. Seguro tienes que enfrentar con valentía, con firmeza algunas situaciones de allí pero que lo primero que haya en tu corazón es confianza y serenidad en Dios, Él no falla, Él no nos deja, Él nos bendice. ¿Por qué lo digo? Porque muchas veces uno se ahoga en las dificultades y uno termina creyendo que nada tiene sentido y uno termina teniendo la sensación de que lo mejor es declararse derrotado, sacar la bandera blanca y decir no más o rendirse, porque no entiende uno cómo resolver la situación, no entiende uno cómo vencer las dificultades, no entiende uno cómo ganarle a ese problema. Pero cuando uno tiene la certeza que pase lo que pase será una bendición para mí, cuando uno tiene la certeza de que Dios está actuando allí y que su plan de bendición se va a llevar a cabo, entonces uno tiene fuerza y tiene claridad mental, para tomar las mejores decisiones y resolver de la mejor manera el problema.
Estoy pensando en los que están enfermos y la enfermedad crónica, puede ser una enfermedad letal y algunos dicen ¿qué hago? Ahí hay bendición. No te estoy diciendo que bendita enfermedad, seguro uno no la quiere tener pero ahí hay bendición y que emocionante que tú con alegría goces de esa bendición que hay en esa situación.
Estoy pensando en los que no tienen trabajo, la situación económica no es fácil por estos días y muchos no tienen trabajo, y hay muchos amigos que me escriben al Twitter, que me escriben al Facebook, que me escriben a las redes sociales: “Padre estoy intentándolo y nada, llevo cinco meses sin trabajo, llevo diez meses sin trabajo.” Y me dicen “Estoy al bode de la desesperación.” Y yo lo entiendo pero aunque te toque enfrentar, aunque te toca solucionar y aunque te toca seguir adelante, no olvides que en esa experiencia que estás viviendo, también hay bendición para ti.
Estoy pensando en los que están en una crisis de relaciones de pareja, en una crisis en a que no pueden definitivamente entenderse, en que no pueden salir adelante. Te aseguro que en medio de esa crisis, te aseguro exige decisiones inteligentes, decisiones serenas, hay una bendición para ti.
Yo creo que eso es lo que significa Romanos ocho veintiocho y es lo que quisiera compartir contigo en esta mañana. Yo no puedo decirte que los problemas se van a desaparecer, yo no puedo decirte que si rezas no va a haber situaciones difíciles, yo no puedo decirte que por arte de magia las situaciones van a transformarse de una manera camaleónica, no, lo que yo puedo decirte que en esa situación que tu vas a enfrentar con inteligencia, que tu vas a enfrentar con fortaleza, que tu vas a enfrentar con sabiduría, hay una bendición para ti y que superar esas dificultades siempre nos hacen mejores seres humanos, y que superar esos problemas siempre nos hacen mejores seres humanos. Por favor, ese es el plan y eso es lo que nosotros no podemos olvidar, y es lo que nosotros tenemos que tener presente hoy; que nuestra dimensión espiritual nos ayuda, que nuestra dimensión espiritual nos da eso que requerimos para salir adelante. Yo no creo que Dios haga por nosotros lo que a nosotros nos corresponde hacer. Yo no creo que Dios resuelva los problemas sin contar con nosotros. Yo creo que Dios nos da paz, nos da confianza, nos da serenidad para que nosotros sepamos actuar y sabiendo actuar podamos vencer las dificultades, podamos vencer los problemas y podamos decirle:

. ː̗̀†ː̖́ . Señor, Tu eres grande, Tu eres maravilloso, Tu eres bueno y estoy feliz contigo.

Pbro. Alberto Linero Gómez.  (Septiembre 08 - 2017)
                      ❤. ː̗̀†ː̖́ .
Para ampliar esta reflexión los invito a ver el vídeo:


🎵Felizdía🎵 El Padre Todopoderoso y misericordioso nos dio la vida para disfrutarla y su Palabra que es luz y guía para nuestra existencia, nos recuerda que Él siempre está allí, que nos ama y que nunca nos abandona.

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