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"En una
experiencia que tuve frente al mar de Galilea, leí aquel texto de Jesús que
camina sobre el mar y entonces escribí un comentario existencial, a ese texto
de Jesús que camina sobre las aguas; lleva por título “Caminando sobre el mar
de mis dificultades.” Y quiero contarte
que fue una experiencia hermosa para mí. ¡Guau! El mar de Galilea me gusta, el
lago de Genesaret o el lago de Galilea me encanta; muchas veces he estado ahí,
en esa ciudad moderna que queda ahí que se llama Tiberíades y allí disfruto, y
gozo pensando en Jesús, pensando en sus discípulos, pensando en el amor.
Y
escribí este texto que ya usted seguramente conoce y que seguramente usted ha
leído, para que nosotros entendiéramos que lo que Jesús hace al caminar sobre
ese mar, es lo que nosotros tenemos que hacer al caminar sobre el mar de
nuestras debilidades o sobre el mar de nuestras dificultades. Al final el texto
dice actitudes para vencer y caminar sobre el mar de las dificultades y yo las
quiero compartir con ustedes, hay cuatro de esas actitudes que yo las quiero
compartir con ustedes en este momento:
1.-
Se paciente. Aprender que no todos tienen el mismo ritmo de uno, aprender que
tu y yo no somos iguales, somos diferentes y que eso generará malos entendidos,
dificultades y que las tenemos que vivir, y las tenemos aceptar, y que nos tenemos que relacionar con
paciencia porque a veces las turbulencias, o mejor, ese movimiento exagerado del mar, esas turbulencias
que tiene el aire, o que tiene el mar o que tiene tu contexto en el que tu
vives, si no las enfrentas con paciencia, terminan haciéndote cometer los
peores pecados, los peores errores, las peores equivocaciones. Por eso se hace
necesario que tú seas un hombre paciente, una mujer paciente; que entiende las
dificultades, que entiende los problemas, pero que sabe que hay que responder
pacientemente. Que uno no se puede exagerar, que tiene que responder
pacientemente.
2.-
Se inteligente. Es necesario que no te dejes ganar por el impulso de las
emociones negativas. Recuerda que las emociones se mueven tanto como las olas
del mar, van y vuelven. Es necesario mantenerse en el intento por comprender y
por entender cada una de las situaciones, y siempre dejarse llevar por lo que
la razón indica. Se inteligente, sin inteligencia tú no puedes caminar sobre el
mar de tus dificultades.
3.- Ser un hombre de fe. Eso es fundamental, ser
un hombre de fe. Si nosotros no tenemos fe, difícilmente vamos a poder
encontrarle el sentido a las situaciones que estamos viviendo. Si tú, por
cualquiera razón, por cualquiera situación, no eres capaz de mirar la vida en
clave de fe, te aseguro que no podremos saltar, que no podremos vencer. Seguro
las cosas se van a hacer difícil y es desde la experiencia de Dios, como
podemos salir adelante. Entonces que ojalá, así se balance de aquí para allá, o
de allá para acá, la barca de tu existencia, tu tengas fe y tengas la certeza
que Jesús de Nazaret, el que está allí, te va a ayudar a vencer, te va a ayudar
a salir adelante.
4.-
Se humilde y busca ayuda idónea. Cuidado con la arrogancia, cuidado de creer
que sólo tú eres capaz de resolver problemas, cuidado de creer que sólo tú el
que tiene soluciones para las dificultades. Ojalá puedas y sepas buscar ayuda,
ayuda idónea, ayuda de alguien preparado.
Entonces,
cuatro claves para vencer el mar de tus dificultades:
1.-
Se paciente.
2.-
Se inteligente.
3.-
Se un hombre de fe. Y...
4.-
Se humilde y busca ayuda idónea."
Pbro. Alberto Linero.
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Enlace para escuchar el audio del programa con la reflexión:
*Recuerda que Dios nos habla siempre y para escuchar su
voz, necesitamos de fe profunda y convencida*.
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