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Hoy
quisiera volver sobre el tema del discipulado y quisiera preguntarme
definitivamente, ¿Qué debe hacer un ser humano para saberse o para entenderse
como discípulo? ¿Qué debe hacer un ser humano?
Y lo primero es entender que es Dios quien
toma la iniciativa, lo primero es entender que soy discípulo no porque yo me
esfuerce, no porque yo lo busque en la
escuela, no porque yo me inscriba en su escuela, sino porque Él toma la
iniciativa, me llama y yo quiero responderle. Insisto en eso, se es discípulo
no por capricho, no porque uno la haya decidido, no porque uno lo haya querido;
sino como respuesta a la invitación que Él nos hace, a través de todas las
situaciones de la historia cotidiana. Insisto, hay que vivir en continuo
discernimiento del llamado, sino, definitivamente no se puede lograr. Po eso
entonces la pregunta que tendríamos que hacer es:
¿Cómo
vivir en ese proceso de discernimiento? ¿Cómo hacer ese proceso de
discernimiento? Y creo que la respuesta
a esa pregunta son dos:
1.- Viviendo
una relación intima con el Dios de la vida. Si, oración, lectura de la Palabra
y celebración de los sacramentos. Es en el diálogo con Él donde podemos definitivamente
y dónde podemos entender, que Él nos está llamando. Si, lo otro podría ser un
capricho. Es en la oración, es en la lectura de la Palabra, es en la
celebración de los sacramentos, es en mi diálogo constante con Él donde yo
puedo entender ¿qué es lo que está pasando?
2.-
Sin duda está la Iglesia como institución. Para nosotros los católicos nadie ha
sido llamado si no es enviado por la Iglesia. En otras experiencias cualquiera
dice yo tengo una vocación, yo siento este llamado, voy a fundar una Iglesia
aquí en la esquina y listo. En sus contextos se permite, en nuestros contextos
eso no es posible porque nosotros estamos sujetos, nosotros estamos en comunión
con la institución eclesial, en este caso con el obispo que es el que nos da el
llamado y el que nos invita a formar parte de su estructura, invita a formar
parte de su experiencia y el que nos da el llamado.
Insisto,
tú no eres llamado porque a ti se te ocurrió, tiene que combinarse dos cosas,
sentir el llamado interior, sentir que el Señor te está hablando a través de la
Palabra, a través de la celebración de los sacramentos, a través de los
momentos de oración y dos, estar en comunión con tu Iglesia si no estás en
comunión con tu Iglesia va a ser muy difícil, si no estás en comunión con tu Iglesia
va a ser muy complicado. ¿Por qué? Muy simple, porque vas a terminar siendo una
rueda suelta, porque vas a terminar siendo una golondrina en busca de verano y
eso no es lo que la Palabra nos muestra y lo que nosotros queremos entender,
desde nuestra historia de la Iglesia. Por eso el discernimiento del llamado, el discernimiento de la vocación me
lleva a preguntarme por mi relación con Dios, pero me lleva también a
preguntarme, por mi relación con la Iglesia. No soy solo, no es ésta una
experiencia subjetivista, no es ésta una experiencia solo mía y de nadie más,
no. Nosotros somos miembros de la comunidad y en la comunidad discernimos cómo
está llamándonos Dios y cómo queremos responderle al llamado de Dios.
No lo
olvides y tenlo presente.”
Pbro.
Alberto Linero
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Enlace para escuchar el audio del programa completo: https://drive.google.com/file/d/0B4V8rL5UAbhRY1l6LVNqTmsyS25TbFdSRnZTTEVXanZnZkVv/view?usp=sharing
Que tengan un hermoso día, que éste esté lleno de
bendiciones y que el Señor abra nuestros ojos para
contemplar las bondades de nuestros hermanos y valorarlos.
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