jueves, 22 de septiembre de 2016

Dos temas: Crítica respetuosa y amabilidad.

                      ❤. ː̗̀†ː̖́ .

 “Le pido al Dios de la vida que te bendiga, le pido al Dios de la vida que te llene de su amor, que te llene de su paz. Le pido al Dios de la vida que actúe con su poder y con su misericordia en tu vida en este momento. Le pido a Él que te ama, que me ama, que actué con misericordia, con su poder sanador, con su poder liberador, en tu vida. Te llene de su alegría, te llene de su gozo y haga que tu vivas el mejor de los días, y haga que tu vivas la mejor experiencia de todas.
                      . ː̗̀†ː̖́ .
Hoy quiero compartir con ustedes dos temas que para mí son muy importantes en la manera de vivir de un cristiano.
Nosotros somos capaces de criticar, somos capaces de hacer análisis críticos, somos capaces de evaluar, de contrastar, de entender las realidades, pero, respetamos a las personas. Es muy importante que hoy pensemos en eso, porque a veces creemos que la crítica es menospreciar, destruir, dañar al otro y no, un verdadero creyente es un hombre crítico, no se deja meter los dedos en la boca, es alguien capaz de decir: “Eso no está bien”, es alguien capaz decir: “Eso no me parece”, es alguien capaz de decir: “Al contrastar esto con el ideal, no funciona por esto, por esto y por esto.” Con capacidad crítica, pero no pisotea, maltrata y daña a los otros.
A veces me asusta el matoneo que encuentro en algunas redes sociales y digo matoneo, porque es montársela a alguien hasta el extremo de dañarlo, hasta el extremo de pisotear su dignidad, hasta el extremo de burlarse de todas sus maneras y de todas sus formas. Eso no está bien, yo no creo que esa sea la manera de comportarse de un verdadero creyente, de un hombre que entiende que es hijo de Dios, de un hombre que entiende que es hermano de los demás, de un hombre que entiende que puede hacer un análisis, que puede hacer una crítica, pero que siempre respeta al otro.
Algún día, tras un partido de la selección Colombia, matonearon a un jugador de futbol, constantemente, pero de manera exagerada y yo escribí diciendo: ¡Hey! ¡Cuidado! No es esa la actitud, no es esa la idea y ¡claro! me dijeron ¡No! Uno tiene derecho a criticar. Si obvio, tú tienes derecho a criticar, tú tienes derecho a decir jugó mal tú tienes derecho a decir no está bien, tú tienes derecho a decir creo que se equivocó; tú tienes derecho si eres un buen analista, no, por hacer marca el hombre dejó la zona, lo que quieras, pero no tienes derecho a acabar con su dignidad, a pisotearlo y a asentir que tu lo eres todo y que él no es nada. Yo no creo que eso esté bien; a mi me parece que en la vida diaria necesitamos aprender a respetar, por eso me gusta tanto la palabra asertividad, por eso me gusta mucho que la gente trabaje, estudie, haga talleres, busque la manera de ser asertivo, es decir, de saber decir la verdad; de mirar a los ojos y decir: “yo no estoy de acuerdo con esto”, “yo no creo esto”,  pero hacerlo de la mejor manera. Hacerlo siempre con las palabras, en el momento, con el tono, con los sentimientos adecuados, indicados, porque si no,  corremos el riesgo de hacer sufrir a los otros innecesariamente y eso no nos aporta nada. Decir que tú no sirves para nada, decir que tu eres bruto, decir que tu eres inculto, decir que tu…; eso no sirve para nada eso a mí no me hace mejor persona, eso a mí no me hace ser más grande, eso a mí no me hace ser…, lo único que muestra es que soy un irrespetuoso, lo único que muestra es que no se valorar a los demás.
 A mí a veces me llegan críticas, normalmente las contesto con amabilidad y con cariño. Muchas de ellas han iluminado mi vida, muchas de ellas me han hecho consiente de errores que no había tenido presente, de errores que no me había dado cuenta y esas críticas me han hecho crecer, y esas críticas son importantes. Otras veces me encuentro con groserías y me encuentro con palabras y expresiones que lo único que pueden lograr de mí es un silencio y un decir: “no me interesa”, porque primero está el respeto, primero está el que yo sepa que tú eres hijo de Dios, primero está el que yo sepa que tú eres valioso, primero está que yo sepa y yo entienda que tú mereces tanta dignidad como yo. Seguramente no has leído los libros que yo he leído, seguramente no tienes el dinero que puede tener tal o cual persona, seguramente sí, todo eso lo entiendo y todo eso lo comprendo pero ojo, eres valioso, eres hijo de Dios. Eso es lo que nos muestra en el Nuevo Testamento; seguro Jesús no está de acuerdo con el pecado, seguro Jesús llama al pecado por su nombre, pero valora, respeta y tiende la mano a aquellos que son pecadores; valora, respeta y tiende la mano a aquellos que están fallando, a aquellos que se están equivocando, a aquellos que no están actuando bien.
Algunas veces creo que algunos se sienten grandes cuando con sus críticas empequeñecen a los otros. Algunas veces creo, que algunos se sienten sanos, y mejores y felices cuando logran destruir con su lengua y con su pensamiento al otro; y eso lo único que muestra son las enfermedades que hay en el corazón de las personas.
Se respetuoso, se crítico. Claro que tienes que ser crítico, claro que tienes que decir no me gusta esto, claro que decir eso no está bien, no es lo que yo quiero pero ojo, se respetuoso, se respetuoso con los demás, se respetuoso con aquel que está intentando, está luchando; seguramente no es todo lo que tú quieres, pero vale la pena.
¡Cuidado! ¡Cuidado! Yo recuerdo  que a mí a veces un señor que yo respeto por su edad, tiene un pocotón de años, no ha hecho mucho pero tiene un pocotón de años, siempre me descalifica y dice cosas duras, cosas difíciles, yo siempre le respondo, bueno, siempre digo: “Hombre, esta persona, tan brillante, porque no usa su brillantez para construir, para ser más propositivo.” Pero no, a algunos les fascina destruir.
Para mi hoy lo primero, ser crítico, pero, ser respetuoso de los demás, que nadie se sienta maltratado por lo que tú estás diciendo o por lo que tú estás viviendo.
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Ahora, segundo tema, es bien importante que en nuestras relaciones interpersonales, nosotros seamos conscientes de la necesidad, escúchame bien, de la necesidad de tratar a los otros amablemente.
Ayer Pablo nos invitaba a vivir en amabilidad y a veces a nosotros se nos olvida que es necesario ser amable, que es necesario que cada uno de nosotros se esfuerce por tratar de la mejor manera al otro, se esfuerce por usar las mejores palabras con el otro, se esfuerce por hacer sentir bien al otro.
Una de las cosas que a mí me impacta en la vida y yo todas las mañanas hago una caminata, y saludo a las personas y hay gente que ni te saluda. O tú entras a un ascensor y por esas cosas de la vida dices: “Buenas tardes, buenos días cómo están.” Y uno dice por Dios, no, hay que ser amable, que quien llegue a encontrarse contigo, se sienta bien; se sienta tratado, se sienta valorado; sienta que es una persona importante, que es una persona valiosa y que merece tu atención. Amabilidad.
Vamos a orar un momento…

ː̗̀†ː̖́  “Padre Dios, en esta mañana te entregamos nuestra vida, en esta mañana te entregamos todo lo que somos. En esta mañana te entregamos Señor, nuestros sueños, nuestros planes, nuestros proyectos. En esta mañana Señor, te pedimos que seas Tú, el que los hagas realidad; si, nosotros lucharemos, nosotros nos esforzaremos, pero te suplicamos Señor, que seas Tu el que nos ayudes.
 También Señor, te pedimos salud, Tu sabes si estamos, Tu sabes qué a pasado en nuestro ser. Hoy te pedimos que pases tu mano sanadora sobre nosotros, hoy te solicitamos Padre amoroso que en tu hijo Jesús nos des la salud. Señor, sánanos, pronuncia esas palabras que sanan; dinos como le dijiste a tantos hombres de la Biblia “Tu fe te ha sanado.” Dinos como le dijiste tal vez a Bartimeo: “Quiero, queda sano.”
Hoy Señor, quiero que Tu, nos bendigas de manera especial; Tú conoces nuestras batallas, Tú conoces nuestros esfuerzos, llénanos de Ti.
Bendice a nuestras familias, bendice a nuestra casa. Que cada rincón de Tu casa, de mi casa Señor, esté lleno de Ti, esté lleno de tu Presencia, esté lleno de tu poder. Que no haya nada malo en casa, expulsa con tu poder, expulsa con tu misericordia en este momento toda mala influencia  que haya en casa. Déjanos ser tuyos, que nuestra casa te pertenezca, toma posesión Padre Dios de nuestra casa, lávala con tu sangre y en cada rincón de ella haz un altar tuyo, porque somos tuyos, te pertenecemos a Ti, necesitamos de Ti, y confiamos en Ti.
Señor, bendícenos, bendícenos hoy y siempre, y danos tu alegría, y danos tu ánimo, para hacer de este día el mejor de los días. Gracias Señor por bendecirnos, gracias Señor por hacernos entender que Tú no nos dejas, que Tú no nos abandonas y que Tú quieres que siempre, seamos felices. Confiamos en Ti, creemos en Ti, esperamos en Ti.”
Pbro. Alberto Linero            
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Cuando el Pbro. Linero nos menciona a Pablo invitándonos a ser amables, para ampliar el tema podemos buscarlo en la Biblia en Efesios 4.  

Para escuchar el audio con la reflexión e aquí el enlace para ello: https://drive.google.com/file/d/0B4V8rL5UAbhRS1FabXhpcU1mN1k3SGJWb0RhZDJHa0RKTkw4/view?usp=sharing
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