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“Una bendición especial para cada uno de
ustedes los amigos que a esta hora están en sintonía, que el Dios de la vida
los bendiga y que el Dios de la vida los llene de amor, de paz, de salud, de
fuerza, de ánimo; de todo lo que ustedes necesitan para hacer de su vida, la
vida feliz que todos queremos.
Hoy
les invito a iniciar con mucho ánimo, con muchas ganas, con mucha fuerza, con
mucha vehemencia este nuevo día. Dios nos ha dado un nuevo día para que lo
disfrutemos, para que lo vivamos a plenitud, para que tengamos unas buenas
relaciones con las personas que están a nuestro alrededor y con ellos
construyamos de manera muy efectiva, nuestra vida diaria.
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Hoy
quiero comenzar en torno a una experiencia de familia, a una experiencia a cómo
salir adelante y cómo vencer las dificultades
que se proponen allí en las relaciones afectivas, ya sean las relaciones
de parejas, ya sean las relaciones de noviazgo.
Una
afirmación que quiero hacer es que el amor tiene que ser alimentado. Nosotros
hemos insistido sobre todo desde nuestro libro que ha sido afortunadamente bien
acogido por todos ustedes y hemos insistido en él, “Si estás enamorado no te
cases sino amando.” Ese es el tema que hemos propuesto, esa es la tesis que
hemos propuesto, ¿verdad? Y desde allí nosotros hemos insistido mucho en que el
amor es una realidad y es una realidad dinámica, una realidad que necesita
vida, que necesita ser alimentada. Mi abuela siempre ponía el mismo ejemplo, mi
abuela decía que el amor de la pareja necesitaba ser alimentado como una
plantica que ella tenía, necesitaba ser alimentado; había que abonarlo, había que echarle agua;
bueno, mi abuelita decía que así tiene que pasar con el amor. Y nosotros a
veces olvidamos eso y creemos que el amor por sí solo va a crecer, y creemos
que el amor por si solo va a sostenerse.
Recuerdo una frase fuerte que decía: “El amor
no muere, lo asesinan.” ¿Y cómo lo asesinan?
Una
manera de asesinarlo, es esa cantidad de omisiones que se tienen al interior de
la relación. Me vuelvo indiferente, no sigo construyendo la relación, no sigo
alimentando el amor, sino bueno, <<Ella sabe que yo la amo, él sabe que
yo lo amo dice ella>> y ahí van viviendo sin realmente alimentar lo que siente
el uno por el otro. Eso termina matando el amor.
Otra
cosa podría ser las acciones negativas que se hacen contra la otra persona <<Te hago sufrir, te hiero, te golpeo
emocionalmente>> No estoy hablando en términos físicos porque espero eso
nunca pase, pero dolorosamente si siguen pasando los golpes emocionales y
claro, la otra persona se va aburriendo de ti, se va aburriendo hasta el punto que dice <<Bueno, ya no
más, definitivamente no más, definitivamente no tiene sentido que sigamos
así>> Y el amor que era muy
fuerte, muy grande, termina muriéndose.
Yo
insisto mucho en la necesidad de alimentar el amor y hoy quisiera hablar de una
manera de alimentar el amor:
Se
alimenta el amor cuando se hace una aceptación real del otro, Lo hemos repetido
en muchos espacios y en muchos ámbitos, nadie es como uno quiere que sea, nadie
es la idealización de pareja que yo tengo, todo el mundo tiene sus propias
características, todo el mundo tiene su manera de ser, su manera de pensar, su
manera de hablar, su manera de actuar. Y si nosotros queremos ser personas,
escúchame bien, que construyamos una buena relación, una duradera relación, una
relación que sea para siempre; tenemos que partir de la realidad del otro, no
de lo que yo creo que el otro es, no; de la realidad del otro, de lo que lo
caracteriza, de lo que lo hace vivir. Y entonces yo, porque lo amo, porque la
amo, acepto su manera de ser.
Para
mí la principal ración de alimento que recibe el amor en una relación de pareja
es esa, la aceptación real del otro. No me comienzo a relacionar con una
persona que no existe, con una persona que no está presente, con una persona
que no vive en el aquí y en el ahora, sino que me relaciono con ese que está
ahí, con esa que está ahí, que me mira a
los ojos, que tiene muchas cualidades, que tiene muchas cosas que me encantan,
que tiene muchas cosas extraordinarias, pero también me relaciono con esa
persona que tiene algunos defectos, que tiene algunas cosas que no están bien.
Insisto,
cuando yo te acepto tal cual eres, yo estoy alimentando mi amor por ti, porque
ya no me va a sorprender tu comportamiento. ¿Cuál es el problema? El problema
es que nos hacemos unas imágenes del otro que no corresponden. <<Ay, él
es tan detallista>> Y resulta que el tipo no es detallista, resulta que
el tipo nunca se acuerda de ningún aniversario, nunca se acuerda de llevarle un
regalo, nunca se acuerda de una palabra linda y ella se frustra, porque como
ella idealizó que él era detallista, ahora que se enfrenta a la realidad,
termina definitivamente sintiendo cómo el amor va menguando, cómo el amor va
cediendo ante la realidad que se impone.
Otro
ejemplo pudiera ser: <<Ella es una mujer compresiva, silenciosa; ella
sabe comunicar si no está de acuerdo, sabe comunicar cuando las cosas no funcionan>>
Ese es el ideal, la hiperidealización y resulta no, resulta que ella es una cantaletera firme, de esas que
Taquititaqui, taquititaqui, taquititaqui; día y noche están ahí dele y dele.
¿Qué va a haber? Frustración, desencanto, desilusión y entonces esa persona
siente cómo toda esa experiencia de amor, toda esa experiencia de alegría que
tenía para con la otra persona se va menguando, se va empequeñeciendo y así
poco a poco se va muriendo el amor, o se va asesinando el amor.
Insisto,
el amor es una realidad dinámica y necesita ser alimentado y para alimentarla
la primera ración es una que insisto, podríamos definir, aceptación real de lo que el otro es... Es
cómo es y así decido amarla y así decido amarlo, ahí se comienza vivir toda esa
gracias de Dios del sacramento porque creo que el matrimonio es un sacramento y
que Dios actúa con su gracia, es decir, con su Presencia, en la vida de la
pareja y los hace cada día ser mejores, y los hace cada día vivir de mejor
manera y tener una mejor experiencia.
Ojalá
ustedes y yo, podamos entender que todas las relaciones afectivas necesitan que
el amor sea alimentado, no solo en la pareja, también en el noviazgo, también
en la amistad, también en las distintas relaciones donde yo quiero a la otra persona, donde yo valoro a la otra
persona, donde yo amo a la otra persona,
es necesario que la otra persona se
sienta aceptada, se sienta valorada, se sienta amada tal cual es; sin
exageraciones, sin mentiras, sin que le quitemos la realidad. ¿De acuerdo?”
Pbro.
Alberto Linero Gómez
Agosto
31-2016
Tarea : *Alimenta el amor que sientes
por aquellos que están cerca de ti*
Te invito a ampliar esta reflexión del
padre Linero a través del audio que comparto en el siguiente enlace, allí encontrarás además las lecturas de Palabra correspondiente a ese día, sus reflexiones, la oración y la tarea; y te convido a compartir este blog, de seguro alguien necesita de él. Gracias.
Feliz y bendecido día, Dios Padre
contigo y con los tuyos y recuerda, el amor tiene que ser alimentado.
Link para obtener el audio del programa:
https://drive.google.com/file/d/0B4V8rL5UAbhRbjZJSHplOFoxWDJrSXJ5S01uLWpwdGRkUS1J/view
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